jueves, 29 de diciembre de 2022

El tiempo de los deseos


El futuro dejado a sí mismo, sólo repite el pasado. 

El cambio sólo puede ocurrir ahora - en el presente

Nisargadata Maharaj

Es tiempo de escribir

o al menos pensar,

en deseos, muchos o pocos,

pero deseos al fin,

una vez que termina

esto que llamamos año.


Cada cierre de una etapa,

nos suele llevar

necesariamente a desear

nuevas cosas

o despertar viejos anhelos,

que se esperamos se cumplan,

en los tiempos nuevos.


Lo único que me preocupa,

por decirlo menos,

es que esos deseos se acompañan,

únicamente,

con actitudes de un pasado,

que criticamos todos los días.


El deseo de cambio,

de que otros cambien,

es cada vez más fuerte.

El deseo de que otros

hagan todo, es cada vez más fuerte.

El deseo de culpar a otros

de lo que pasa y lo que nos pasa

es cada vez más fuerte y arraigado.


Repetimos con inusitada frecuencia

las mismas actitudes

de un pasado que nos acompaña

sin soltarnos de la mano,

y a la vez escribimos deseos

y promesas, cuya existencia

es prácticamente imposible.


El tránsito del deseo

a la anhelada realidad,

pasa por el cambio personal.

Por esa transformación

pequeña o grande,

pero transformación al fin,

de lo que no hay que repetir

en nuestro interior.


Como las raíces del bambú,

que tardan años en crecer

para sostener una bella

y fuerte especie,

así esa transformación personal

puede tardar mucho más.


Lo importante, creo yo,

es que esa lista de deseos,

debe completarse con una casilla

que nos diga,

a nosotros mismos,

en el silencio de nuestra intimidad,

los cambios que estamos dispuestos a operar,

para que esos deseos sean realidad.


Y no debamos esperar,

a que el tiempo de los deseos

tenga una fecha en particular,

por el contrario, 

que sea una forma de caminar,

y de alimentar nuestro propio ser.



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