jueves, 15 de diciembre de 2022

Regalos, para ti

Te regalo todo lo que dije hasta ahora

Alicia en el País de las Maravillas (Lewis Carroll)

Hay fechas, tiempos

y también momentos,

en los que piensas

en los que crees,

en los que debes,

hacer un presente,

un regalo, un detalle,

a una persona o personas,

por alguna razón especial,

cualquiera que fuera ella.


Lo piensas,

en algunos casos lo planificas,

y buscas dibujar

en aquella cara

la sonrisa de la felicidad.

Ahorras, te alistas,

o simplemente compras,

lo que tienes a la vista.

No siempre los regalos reflejan,

lo que llevas dentro,

en algunos casos cumples

un ritual añejo,

de dar por dar, por cumplir,

por no quedar mal.

Por lo general

los regalos son de ti para alguien,

no solemos pensar

que nos podríamos regalar algo.

Es muy probable

que si te hayas regalado algo:

ropa, artículos varios,

y si puedes y has podido

los regalos podrían ser,

por decirlo, infinitos.


Hay una lista de regalos,

que estuve pensando

me podría y me debería regalar,

por ejemplo: respeto.

De a poquito,

empezar a respetarme,

que conlleva cuidarme y quererme,

de tal forma que asuma

que, así como me respeto,

otros deberían hacer lo mismo conmigo.


Me debo regalar tiempo,

para leer, para pensar,

para escuchar, para caminar,

para viajar, para sentir,

para saberme vivo,

para saberme humano,

para evitar caer

en el estado del “no hay tiempo”.


No vendría nada mal,

regalarme tolerancia

y un buen puñado de nuevos intentos,

para usarlos cada vez que creo

que he fallado, que no lo logro,

que no seré capaz de hacer esto,

o lo otro.


Debo regalarme la oportunidad,

de ser yo mismo,

de evitar caer en el ser

que otros quieren que sea.

que, si alguien me aplaude en el camino,

que no sea porque hice las cosas

que esa persona quería o,

como esa persona o personas,

querían que las haga.


No me vendría mal, 

regalarme con cotidianeidad,

dosis necesarias de respeto, 

prudencia, humildad, solidaridad, 

buena fe y perdón.


Y, para completar esta lista

de los regalos que me debo,

debo añadir, sin duda alguna,

una dosis interminable de sentido común.


Y tú… ¿qué te regalarías?





 

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