Dicen que el tiempo cura las heridas,
no estoy de acuerdo, las heridas perduran.
Con el tiempo la mente, para proteger su cordura,
las cubre con cicatrices y el dolor se atenúa,
pero nunca desaparecen
Rose Elizabeth FiItzgerald Kennedy
Los recuerdos
son momentos
de diversos colores,
que pueden alegrar
o entristecer
nuestros días y noches.
Podemos pasarnos la vida
cargando recuerdos complejos
recuerdos tristes
recuerdos violentos.
Recuerdos que nos llevan
a tiempos que significaron
solamente sufrimiento.
Y en ese ejercicio,
solamente lograremos
opacar la luz de nuestro corazón.
Y aunque ese ejercicio
parezca inhumano,
hay muchos mas humanos
de lo que nosotros creemos,
que alimentan los tristes recuerdos
trayéndolos a su vida
todos los días y a cada momento.
Hay otros recuerdos,
que, aunque causaron dolor,
(en su momento)
nos llevan también
a recordar a quienes,
fueron y son inspiración
y siempre emoción.
Recuerdos que nos llevan
a tantos momentos
de compartir,
de aprender, de vivir,
de saborear,
en todo el sentido de la palabra.
Estos recuerdos de la vida,
que me acompañan,
a veces silenciosos
otros a gritos,
me llevan a trabajar
sobre el hecho de qué debo llevar
en mi espacio y en mi momento
de esto que llamamos recuerdos.
No recuerdo cuando nací
y de igual manera
no recuerdo muchas cosas
que debieron ser hermosas.
Recuerdo aún
algunas cosas tristes
y otras de igual sabor
que logré apagarlas.
Recuerdo también
el amor del bueno
que me acogió en sus brazos
que cuidó de mi,
que creyó en mi
que confió en mi,
y que me dio la oportunidad
de ser persona
en todo el sentido de la palabra.
Recuerdo
aquellos recuerdos de la vida
que me alegran el alma,
que hacen que sonría,
que me hacen suspirar
y que me recuerdan
que aún puedo amar.
Esos recuerdos son,
hoy en día,
parte de mi razón de ser,
y parte de lo que seré.
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