jueves, 15 de julio de 2021

Los límites de la soberanía

 

Esta independencia que hemos proclamado no es sino un armisticio, una suspensión de las armas. Hay que hacer pueblo, hacer dirigentes, formar republicanos sobre una herencia de despotismo y monarquía. Cómo puede ejercer soberanía el pueblo si no lo hemos preparado. Este soberano ni aprendió a mandar, ni manda y el que manda a su nombre lo gobernará, lo dominará y lo esclavizará. Qué soberanía puede ejercer un pueblo ignorante y pobre. No hay que esperar de los colegios actuales lo que no pueden dar, están haciendo Letrados, no esperen ciudadanos.

Arturo uslar Pietri

 

Voces y gritos en las calles,

demandan la necesidad de tener libertades.

Voces y gritos en las calles,

denuncian actos criminales

y una clase política que entendió

eperverso arte de la manipulación

y con ella, el socio perfecto

para ocupar el sillón del poder,

euso indebido de la chequera del estado

y la dominación del electorado.

 

Libertad, libertad, libertad,

sreclama en las calles,

elas ciudades, en los pueblos.

Una libertad que se traduzca

ealimentos, en medicinas,

en una educación liberadora,

euna información transparente,

eunos datos reales

para la toma de decisiones,

eunas reglas de juego,

que respeten la dignidad humana.

Grandes pueblos,

y grandes sociedades,

secuestradas por un discurso

y por el poder de las armas,

que han entregado su soberanía

a una mezcla de populismo,

autoritarismo y dictadura solapada.

 

Grandes pueblos

y grandes sociedades,

que aún creen que si eres

duna determinada tendencia política,

religión, creencias o género,

eres bueno o malo, así de simplista.

Grandes pueblos

y grandes sociedades,

que aún creen que las armas

son las únicas que pueden hablar

ante los conflictos sociales,

Grandes pueblos y grandes sociedades,

que aún viven sometidas y asustadas,

sin poder levantar su voz

esperando solamente morir

y escapar así, de esa realidad inhumana.

 

Hay que construir verdaderas democracias,

pero antes, habrá que formar 

verdaderos demócratas, ciudadanías sensibles,

tolerantes, resilientes, comprometidas,

implicadas, educadas y preparadas.

No se puede liberar,

sin la implicación de los liberados.

No podemos cambiar la realidad

a través de las balas.


Somos lo que hicimos

y dejamos de hacer, hace muchos años.

Por lo tanto,

cambiar las realidades 

eun trabajo a largo plazo.


Nuestras soberanías,

están allí y son un derecho.

pero a la vez, 

es también un deber

ecultivarlas, protegerlas,

entenderlas y construirlas

de acuerdo con la realidad de cada sociedad.

 

Nuestras soberanías,

nuestras democracias,

nuestras realidades,

nos necesitan conscientes,

nos necesitan activos,

nos necesitan implicados,

nos necesitan no violentos,

nos necesitan: ciudadanos.

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