No veo la miseria que hay,
sino la belleza que aún queda
Anne Frank
A pesar de la miseria,
la belleza puede más,
y nos debe acompañar siempre,
para hacerle frente
a los actos miserables,
que buscan y pretenden,
manipular en tiempos vulnerables.
Mirar la belleza,
es poder contrastar
la pureza, de la miseria.
Solamente en corazones apagados,
tristes, sombríos y enfermos,
caben actos y manifestaciones de miseria.
Que la belleza,
adorne siempre,
lo que pensamos, hacemos,
o dejamos de hacer,
por nosotros
y por nuestro prójimo.
y por nuestro prójimo.
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