viernes, 15 de mayo de 2020

Después del día cincuenta y nueve

Sólo dos legados duraderos
podemos dejar a nuestros hijos:
uno, raíces; otro, alas
Hodding Carter
Llegan y transforman
tu mundo,
tus metas, tus noches
y tus días. 

Llegan, y lo llenan todo,
y parecería
que tu vida poco importa.

Con el paso del tiempo,
aprendes a caminar juntos,
a convivir, con muchas diferencias,
a ser juzgados,
a pasar de super héroe,
a un simple mortal.

Con el paso del tiempo,
te acercas, te abrazas,
los ves madurar.
Con el paso del tiempo,
dejarás de cuidarlos
y te cuidarán a ti.

Pase lo que pase,
dales raíces,
para que hagan frente a los días,
para que sean fuertes,
a pesar de las melancolías,
y alas para que jamás 
dejen de volar y soñar.

Con el paso del tiempo,
pasarán de tus brazos,
a pasar (tú) a sus brazos...
Mientras ello ocurre,
llena de matices,
y de momentos profundos
todos esos acontecimientos.

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