Recuerdo en este día,
la fanesca de la Alcira.
un olla donde su sabiduría
transformaba todos los ingredientes
en el mejor de los potajes.
La mesa era abundante...
siempre lo era.
camote cocido y frito,
empanas de viento,
pastel de atún,
y pastel de pescado.
(Al final la conclusión de la Sonia:
¨no han comido nada,
el próximo año
no tendremos fanesca...
¿Alguien quiere café con tamal?¨)
Comíamos al menos,
un plato de fanesca por persona.
mi papá se comía al menos tres,
por decir lo menos.
y alcanzaba para llevar a casa.
(El menú para los desencantados
de tan sabroso potaje,
era sopa de fideos
y arroz con atún o huevo frito)
Esa mesa era mágica,
la comida abundaba,
y junto a ella,
el amor de los abuelos,
de los tíos y de los primos,
y de un familiar especial,
que es Alcira y su sabiduría.
Un abrazo querida familia,
que nos mantenga unidos el amor.
el recuerdo alegre
y la esperanza de abrazarnos...
nueva y eternamente.
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