jueves, 2 de abril de 2020

Después del día dieciséis

Entre su alma y la de un niño
no habría más diferencias 
que algunas cicatrices 
André Maurois



Mostraremos nuestras cicatrices,
cuando termine la jornada.
Ellas contarán nuestras historias,
nuestras tristezas y nuestras glorias.

Llevaremos, como tatuajes,
esas cicatrices en el corazón...
y en el alma,
que se hicieron,
con el paso de los días.

Cicatrices que cuentan,
ese viaje interior,
ese descubrimiento exterior,
esas miserias humanas,
que descubrimos,
a pesar del dolor humano.

Cicatrices que llevan los nombres,
de todos los que han muerto.
seres amados,
seres adorados,
seres que se fueron,
cercanos, lejanos,
seres amados.


Cicatrices que nos marcan,
nada más que para decirnos,
que todos pasamos por esto,
que todos lo vivimos.
Lo que hagamos de ello,
marcará la diferencia,
cuando todo haya vuelto...
en el nuevo tiempo.

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