jueves, 13 de febrero de 2020

Los otros amores


Cuando mi voz calle con la muerte,
mi corazón te seguirá hablando
 Ravindranath Tagore
 
Hay otro amor,
que igual lleva pasión.
Hay otro amor,
que igual enamora,
que ilusiona,
y que duele también.

Hay otro amor,
que va más allá de una pareja,
de una promesa
y de una convivencia.

Hay el amor
por uno mismo,
que es el largo,
complejo y difícil camino
de conocerse,
aceptarse, entenderse
y ayudarse en todo momento,
en cada instante de la vida.

Ese amor te permite,
hacerle frente
a lo duro que podemos ser
con nosotros mismos.
Cuando desconfiamos
de nuestras propias capacidades,
cuando creemos que no somos,
lo que la gente espera que seamos.
Cuando intentamos ser todo,
menos nosotros mismos.

Hay otro amor,
que si logramos cultivarlo
en nuestro corazón,
nos permitirá ser respetuosos,
con nosotros y con todos los demás.
Un amor,
que nos permitirá entender
que no somos infalibles,
que hay otras opiniones
y formas de ser,
muy diferentes a las nuestras
y que, por tanto,
debemos ser tolerante con ellas,
y con las palabras que nuestra boca diga.
Más aún si represento
algún tipo de autoridad,
o si lidero un equipo humano.
Hay otro amor,
que hace frente al rumor,
y lo corta en cuanto llega.
Ese amor que no se alegra
del dolor del prójimo,
que no hace daño a otros,
en especial a los indefensos,
a los que callan ante el acoso,
a los que están atrapados,
en el círculo vicioso
de la violencia perversa
y del sometimiento.

Hay otro amor,
que debemos cultivar:
el de siempre buscar
el bienestar de los demás,
sin olvidar el bienestar propio.
Construir una humanidad,
más justa, más humana,
más pacífica, más solidaria,
más tolerante, más sensible
a las desigualdades
y también a los desamores.

Un amor,
que nos mueva a actuar,
a involucrarnos,
por el bien común,
no por obtener algo...
la sola satisfacción de servir
y servir con amor, será el mejor pago.

Un amor,
que nos permita ver,
el verdadero rostro
de la miseria humana,
oculto muchas veces
tras máscaras de hipocresía
y maldad.
No para convertirnos en eso,
lo que el verdadero amor combate,
sino todo lo contrario:
para enseñar a esos rostros,
la cara del amor,
del otro amor,
de los otros amores.

2 comentarios:

NatyCrus dijo...

Me encanta leerte. Tus escritos me llenan el corazón. Gracias por toda el alma que pones al escribir.

Roberto dijo...

Gracias por esas palabras de aliento