La suma de las mentiras

La mentira y la política suelen caminar juntas, son compañeras de viaje y no se estorban. Hay que mentir bien y conseguir que haya siempre un punto de verdad que esconda la mentira.

Se miente y se habla sin mesura. A pesar de las hemerotecas y de las evidencias. La política es como el periodismo. Lo que se dice hoy se puede corregir en la edición de mañana. Y si la mentira o falsedad no se puede disimular se publica una fe de erratas y aquí no ha pasado nada.

Jonathan Swift

Es casi imposible,

distinguir la mentira,

en el discurso político actual.

Los que estaban en el poder,

-mientras gobernaban-

juraban frente a todos los dioses,

que todo lo que hacían,

era lo mejor del mundo

y que invertían el dinero público,

en beneficio de los que menos tenían.

Los que están en el poder hoy,

dicen que el pasado,

del cual ellos también fueron parte,

es un oscuro momento

de la historia de la patria,

y que hoy sufrimos los males,

producto de la podredumbre,

de los corruptos que nos gobernaron.

Prometen también

investigarlo todo,

prometen enjuiciar,

prometen mejorar la cruda realidad,

pero sigue haciendo lo mismo,

cometiendo los mismos errores

de todos sus antecesores,

acrecentando su ego,

y pagando su estatus

con los millones

que el presupuesto contempla,

para obras y no para favores.

La suma de las mentiras,

es la obra diaria

a la que asistimos las víctimas,

de un estilo de política,

que eligió a la violencia,

como una forma de vida.

Tergiversar la verdad,

favorecer la mentira,

propagar el rumor,

hacer daño al honesto,

mantener un sistema corrupto,

parece ser la misión,

de un estilo de política,

que encontró en la ignorancia

y en la apatía popular,

el caldo de cultivo ideal,

para difundir una suma de mentiras,

la suma de los miedos,

la suma de las violencias.

Atrapados en una telaraña

de mentiras y falsas noticias,

los ciudadanos no alcanzan a distinguir,

la verdad de la mentira,

y la buena fe de la avaricia.

Mientras los políticos en el poder,

las viejas y las nuevas caras,

unidos por las prácticas del mal,

hacen y deshacen de la voluntad popular.

Los millones robados no aparecen,

la obra pública,

es una suerte de maquillaje,

del gran asalto al estado.

Los ladrones libres,

fugados o asilados,

unos pocos presos y sentenciados,

pero todos con el dinero ajeno en las manos.

La suma de las mentiras,

deja en la sala de espera

a la salud, la justicia y la educación.

Arrincona a la verdad

y a las buenas costumbres,

golpea el autoestima social,

y busca asesinar la esperanza

por un mañana mejor.

La suma de las mentiras,

es la resta de la verdad,

la multiplicación de la violencia

y la división de la sociedad.