jueves, 25 de octubre de 2018

Florecer y vivir... a pesar de las circunstancias




Tu corazón está lleno de semillas fértiles esperando brotar. Del mismo modo que una flor de loto surge del lodo para florecer en todo su esplendor, la interacción de la respiración cósmica hace florecer el espíritu para que dé fruto en este mundo.
"El arte de la paz"  
Morihei Ueshiba

Escuché decir a alguien,
que no creía en el sistema en que vivía.
Que no creía en el poder,
en el modelo de educación,
en las autoridades públicas,
en la forma en la que el Estado,
estaba organizado.

Que no creía,
no por nada en especial,
sino por todo en general.
Porque lo que llamamos,
o llegamos a llamar democracia,
justicia, respeto y dignidad,
son solamente etiquetas
que encubren actos y hechos
injustos, irrespetuosos e indignos.

Esta voz,
recordaba y nos recordaba,
que la educación había sido diseñada
solamente para aleccionar,
y no para liberar.
Que el poder en el poder,
no puede permitir,
que las personas piensen,
por si solas.
Que las personas reflexionen,
que las personas cuestionen,
que las personas sientan,
que los que se les vende,
es una suerte de formatos,
que deben cumplir,
y de esa manera  decir
que son lo que la sociedad demanda,
lo que todos esperan que sean,
-así no hayan preguntado a nadie-
así sean infelices,
hasta en lo más profundo de su ser.

El sistema espera,
que seas parte de él,
que te sometas al poder,
que seas parte de la corrupción,
pequeña o grande,
pero corrupción al fin.

El sistema espera,
que le seas fiel,
que te arrodilles,
que le hagas caso,
que le cumplas lo que pide.
Que por fuera seas ejemplo,
pero por dentro…
que seas lo podrido,
lo fétido, lo malo y lo perverso.

El sistema espera,
que compres conciencias,
que calles voces,
que te vendas al mejor postor.
Que creas todo lo que te dicen
y que no busques jamás,
la razón de ser de las cosas,
y de todo lo que pasa a tu alrededor.

Es más,
el sistema espera,
que te rindas,
cuando te proclamas soñador,
librepensador,
o buscador de la verdad.
Espera que rectifique,
que digas que tal cosa…
que al final la libertad no existe
 o que es imposible.

Lo que el sistema no espera,
es que seas flor de loto,
que te nutras,
del agua impura,
del lodo y la basura,
para demostrar que es posible,
ser una persona,
que es posible la dignidad sin  hipoteca de la verdad,
que es posible la honestidad con dolor y con amor,
que es posible un mundo mejor,
un mundo pacífico y humano,
si podemos soñar y trabajar,
por lo que amamos y creemos.

Es posible,
es más…,
como lo dijo Nietzche:
“es necesario ser un mar
para poder recibir una sucia corriente
sin volverse impuro”,
allí está la clave,
(creo yo)
sin volverse impuro,
sin volverse como ellos,
como los vasallos del sistema.

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