Siempre hay que tener cuidado
con los libros y con lo que contienen,
porque las palabras tienen el poder de cambiarnos
Cassandra Clare
Las palabras,
cuando son bondadosas,
Freud las comparaba
como un medicamento
que tranquiliza y calma.
es decir que actúan
sobre el cuerpo y el alma.
Tal es su poder,
que pueden sanar,
y también lastimar,
dañar, sumar,
restar, multiplicar o dividir.
Las palabras
describen realidades,
y también las construyen.
Son capaces de cambiar
el rumbo de la vida,
de una persona
o de una sociedad.
Las palabras,
moldean mentes.
Son la antesala de acciones
y también de omisiones.
Las palabras transportan,
a universos paralelos,
al pasado, al presente
y a futuros (buenos, malos
o también inciertos).
Las palabras dichas,
son bálsamo que cura y calma,
o cuchillo que corta y mata.
Las palabras dichas,
convencen sobre realidades
o sobre hechos irreales.
Las palabras dichas,
son medias verdades
y también medias mentiras.
Las palabras también,
son elemento del diálogo
y de la conversación,
de eso tan necesario,
que es el compartir,
que es el escucharse,
que es el entender
que es el comprender,
que es el saber callar,
y aprender a escuchar.
Son tanto y para tanto,
que deberíamos respetarlas,
conocerlas, aprender a usarlas
e identificar la intensión
con la que son usadas,
dichas, escritas, reproducidas
y compartidas.
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