viernes, 7 de noviembre de 2025

La ejemplaridad

Debe entenderse que todos somos educadores. Cada acto de nuestra vida cotidiana tiene implicancias, a veces significativas. Procuremos entonces enseñar con el ejemplo

René Gerónimo Favaloro

Nos guste aceptarlo,

o no,

vivimos en una suerte

de red de influencias mutuas:

todos somos ejemplo para todos.

 Así reneguemos,

lo que hagamos,

o dejemos de hacer,

primero: dice lo que somos,

y segundo: es un ejemplo,

a seguir o a no seguir.


Así seamos,

de una determinada manera

en un espacio privado,

y de otra,

en un espacio público,

somos ejemplo,

hablamos a través

de nuestros hechos,

más que de nuestras palabras,

en pequeños espacios,

o en espacios más grandes,

a lo cual se agrega la máxima

que nos recuerda,

que la forma en la que tratamos

a nuestros semejantes

y a los más débiles -sobre todo-,

de esa forma es nuestro corazón,

nuestra ética y nuestra dignidad,

más allá de lo que digamos

nosotros qué somos.


Y ello no debe,

ni debería conllevar,

a pretender ser

alguien sin defectos 

o errores,

porque en ese mejorar,

en ese darnos cuenta

de lo que somos

y de lo que queremos llegar a ser,

al trabajar esa mejora,

sin quererlo,

sin decirlo,

pero sí haciéndolo,

somos testimonio de ejemplaridad.


Hablamos entonces,

de un ejercicio constante,

mínimo, milimétrico, poco,

mediano o abundante,

al final la medida 

deja de ser importante,

si es el resultado 

de una actitud constante

de decir y hacer,

sin otro deseo

que el de mejorar

lo que somos

y que con ello

nuestro entorno 

mejore también.


Los actos de filantropía,

con fotos o no,

no están mal,

pero no son suficientes,

si solamente están presentes

en ciertos momentos.

Igual que algunos cambios,

que solemos hacer,

-temporalmente-

porque las circunstancias obligan

por temas de salud

seguridad o remordimiento.


¿Cuáles son los

los ejemplos que seguimos,

que replicamos y a la vez

enseñamos a los demás?

¿Qué ejemplo dan hoy

los liderazgos en la política,

en las organizaciones,

en las comunidades?

¿Que ejemplo somos

de persona, de familia,

de amigo, de colaborador,

de vecino, de ciudadano,

de ser humano?


Las respuestas,

quizá nos podrían dar la pauta

de dónde estamos,

y a dónde quisiéramos llegar.


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