jueves, 20 de junio de 2024

Y tus sueños… ¿qué?

¡Sueña! Pero no perjudiques a nadie y no transformes tu sueño en fuga

Charles Chaplin

Como en todo,

como de todo,

de los sueños 

se dicen cosas…

malas y buenas.


Que soñemos despiertos

o, que cerremos los ojos,

para ver los sueños.

Que los sueños son el motor,

o que los sueños son

un agitado tiempo perdido.


Creo que,

si encontramos la razón

de tener un propósito

o propósitos en la vida,

es porque soñamos.


Creo que, 

si logramos encontrar,

la inspiración

y la fuerza necesarias,

para empezar

a mover nuestras piernas

hacia alguna dirección,

-conscientes de ello-

es porque hay sueños,

pendientes de cumplir.


Ahora,

no basta con tener

aquel hermoso anhelo,

aquel hermoso sueño,

es necesario y saludable

una generosa dosis

de responsabilidad 

con nosotros mismos,

y nos tendremos que preguntar

si ese sueños

si esos sueños

nos llevarán

con el tiempo,

a esa realidad

a la que esperamos llegar,

o, al menos caminar,

en dirección tal,

que el sueño, el propósito,

el hábito, la acción,

sean los pilares

de aquello que podríamos llamar

proyecto de vida.

No es entonces,

soñar por soñar,

llenándonos de deseos,

si más.


Es alimentar al sueño,

con pequeñas, 

pero constantes dosis

de acciones, decisiones,

correcciones, reflexiones,

y conversaciones.


No sé si llegue a ver

mis sueños hechos realidad.

Por ahora, 

creo que entender mi 

o mis propósitos de vida,

será el inicio del camino.


¿Y… si el mundo acaba mañana?

No quisiera,

que ese momento me encuentre,

quejándome por no poder

hacer realidad mis sueños.

Quisiera que me encuentre,

caminando, lento o rápido,

con dificultad o con tranquilidad,

en ese ejercicio de llevar mis sueños

de la mano de los aprendizajes,

que me brindan los días

que dedico a transformar los sueños

en pequeñas realidades.


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