Párate. Respira. Llora si es necesario. Pero sigue adelante
Autor desconocido
Hay días,
hay tiempos,
hay momentos,
donde la vida,
pierde sentido.
Hay días,
hay tiempos,
hay momentos,
donde quiséramos
no ser lo que somos,
lo que vivimos
y lo que creemos
que viviremos.
Un hecho doloroso,
se transforma en detonante,
y perdemos sentido,
lucidez y paciencia.
Un hecho doloroso,
que nos impide
una reflexión pausada,
para mirar lo que pasa,
y seguir el camino.
Así son los golpes,
así son los momentos,
así son los hechos,
que sin saberlo llegan,
y nos mueven el piso,
y nos pueden llevar
a un eterno ¿por qué?:
¿por qué a mi?
¿por qué yo?
¿por qué? ¿por qué?
¿por qué?
Podríamos pasarnos la vida
preguntándonos,
sin dar tiempo
a una respuesta,
peor aún,
sin dar tiempo
a una acción,
a un accionar,
que nos lleve
a que las cosas
puedan ser diferentes.
No siempre hay una respuesta,
una razón o una justificación.
Ante un hecho complejo,
la pausa es necesaria
para que la reflexión nazca
-o renazca-
y con ella,
luego de las lágrimas,
seguir un camino,
que cambiará de sentido,
o seguirá lo trazado,
tampoco se sabe.
El reto es seguir,
a veces sin saber como.
Con el tiempo,
comprenderás
lo importante de seguir,
de construir pequeños,
mínimos hábitos
que se convertirán,
en herramientas
para caminar el camino,
donde…
hay días,
hay tiempos,
hay momentos,
donde la vida,
pierde sentido.
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