viernes, 14 de abril de 2023

El despertar de la oscuridad

Sigo vivo, sigo atento, y observando con el tiempo esta extraña enfermedad inclasificada que te afecta muy deprisa, que te quita la sonrisa, cuyo síntoma es que ya no importa nada

Fito Páez

Dibujé mis días

con muchas sonrisas,

con momentos felices,

con colores vivos,

con un sinnúmero de alegrías.


Estaba todo planificado,

estaba todo escrito,

las cosas debían suceder

como creía sucederían,

y entonces se cumpliría

aquella normalidad,

a la que llamamos vida.


De pronto,

el día terminó

y llegó una noche que no acaba.

De repente,

aquello planificado

dejó de serlo y pasó a ser parte

de días desperdiciados.


Las ganas de vivir se esfuman,

la alegría que provoca

la naturaleza y sus formas

pierde su intensidad y belleza.


Despierta la oscuridad

y no sabes a dónde caminar.

Tropiezas con objetos,

con situaciones, con personas,

con ideas, con comportamientos

que te irritan y atemorizan.


Despierta la oscuridad

y despierta en ti

el rey de los temores

la diosa de las inseguridades

la princesa de las frustraciones.


Llegas a preguntarte

y a creer, que solo a ti

te pasan esas cosas.

Que todos a tu alrededor

son felices y realizados,

menos tu, que eres un desgraciado.


Despierta la oscuridad,

y no atinas a caminar,

entre las sombras,

entre caminos borrosos,

entre sentimientos encontrados

entre pensamientos complejos.


Es cierto que tras la noche,

llega el día,

que tras la tormenta llega la calma,

pero no es tan fácil superar

el tránsito de la oscuridad.


Sentado frente al cuaderno

donde había dibujado

el futuro perfecto,

me encuentro pensando

que este tránsito no es posible

sin un hombro donde llorar,

sin una mano que tomar,

sin un abrazo para dar,

sin un oído que sepa escuchar,

sin unos labios que nos digan

que es posible transitar

entre tanta oscuridad.


Sentado frente al cuaderno

donde había dibujado

el futuro perfecto,

decido abrir mi boca

para pedir ayuda, para gritar

y sacar lo que por dentro,

me está matando.



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