domingo, 6 de noviembre de 2022

Luchar por la vida…

A mi hermano: Álvaro Hernández Yépez

La muerte no es enemigo, señores. Si vamos a luchar contra alguna enfermedad hagámoslo contra la peor de todas: La indiferencia

Robin Williams


Desde el primer momento,

en el que la vida nos puso

en el mismo camino,

desde aquel momento,

jamás dejaste de sonreír.


Vivimos momentos,

momentos diversos.

Creíamos que la vida era

un partido de fútbol o

una competencia eterna.


Y de a poco, aprendimos,

que la vida era compartir,

más allá del tiempo que hubiera

para aquellos mágicos tiempos.


Nos pasó tan rápido

aquello que llamamos tiempo,

que cuando nos dimos cuenta,

nuestras madres habían muerto,

y nos encontramos siempre,

hablando de la vida,

de las cosas de que verdad importan.


Casi al final de tu camino,

hablamos de la enfermedad,

del sufrimiento, del dolor,

pero también del perdón,

de la vida, de la esperanza y la felicidad.


Hoy, escribo estas palabras,

a pocas horas de tu partida.

Las escribo, junto a muchos que hablan

de tu ejemplo, de tu fortaleza,

de tu testimonio… agregaría: de tus miedos.


Hoy, escribo estas palabras,

con el corazón roto por tu partida,

y a la vez, con el corazón lleno,

por tu testimonio de vida.


Una parte de mi corazón, 

dejará de latir, por tu ausencia.

Otra parte de él,

latirá con más fuerza, por tu presencia,

testimonio de vida y ejemplo.



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