No dejes de estar cerca,
del corazón que te ama,
de las manos que te acarician,
de los brazos que te abrazan.
No es necesario un contrato,
un juramento o un documento,
para hacer lo que se debe hacer
con la persona adecuada.
Ser puerto, ser todo oídos,
saber escuchar, saber acoger,
saber estar cerca y, sobre todo,
saber estar siempre,
hará que el sentimiento,
no sea, solamente,
palabras de un momento.
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