Nos acostumbramos a la violencia , y esto no es bueno para nuestra sociedad.
Una población insensible es una población peligrosa
Isaac Asimov
Parte esencial
de la cultura popular,
son las costumbres.
Somos, una especie
de suma de ellas.
Es más,
son parte de nuestro orgullo,
de nuestra historia,
de nuestra memoria.
Las costumbres
nos hacen rememorar
de dónde venimos.
Las costumbres
nos conectan
con nuestros antepasados,
con nuestras raíces,
o, al menos,
con una parte de ellas.
Las costumbres,
nos marcan.
Reaccionamos muchas veces
por lo que ellas hacen
en nuestro carácter.
No sé,
si reparamos
en sí, son buenas
o, malas.
No sé,
si las podemos
clasificar así.
Allí están,
y son parte
de lo que somos y hacemos.
Por costumbre,
abrimos las puertas al visitante.
Por costumbre cantamos
y reímos cuando nos reunimos.
Por costumbre rezamos,
oramos y nos encomendamos
a las figuras que nuestra fe.
Por costumbre comemos,
festejamos y lloramos,
en ciertas fechas,
en ciertos momentos,
más allá de las coyunturas,
y de los apegos.
Por costumbre, también,
creemos que ciertos comportamientos,
no podrán cambiar:
que los políticos roban,
así hagan obra.
Que no importa la mentira,
porque podría ser piadosa.
Y por costumbre,
los que están en el poder,
se encargan de gastar,
todo el dinero que tienen,
y que tendrán,
en todo...
menos en lo que deben.
Creo que vivimos un tiempo,
en el que los mandatarios,
nunca llegaron a liderar nada.
Solamente pagan,
la cuenta de la agencia
que los mantiene con vigencia
en las redes sociales.
Vivimos el tiempo,
de la mala forma,
de la mala costumbre de hacer
política y servicio público:
sembrando la duda,
sembrando la discordia,
falseando los datos,
y tomándose el estado, por asalto.
Mientras los sigamos eligiendo,
entrevistando, dando voz
y haciendo caso,
esa gente, será siempre...
nuestra mala costumbre.
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