jueves, 19 de diciembre de 2019

Solidaridad


La caridad es humillante porque se ejerce verticalmente y desde arriba; la solidaridad es horizontal e implica respeto mutuo
Eduardo Galeano

Enciendo una vela,
en tiempo de caridad,
en tiempo de abrazos,
de celebraciones y regalos.

Enciendo una vela,
en tiempo de caridad,
donde recordamos al hambriento,
al enfermo y al preso.

Enciendo una vela,
en tiempo de caridad,
cuando regalamos lo que sobra,
cuando reconocemos
a aquellos que supuestamente
nada tienen y todo esperan.

Enciento una vela,
en tiempo de caridad,
como una suerte de querer lavar
aquella suciedad espiritual
que nos incomoda y acompaña.

Enciendo una vela,
porque no queda más,
porque muchos como yo,
la encienden siempre
en estas fechas
y la acaban,
cuando el mes cambia,
cuando supuestamente,
regresamos a la realidad.

Importante es el sentimiento,
que nos invita a preocuparnos
de los que menos tienen,
de los que pasan penas
y también sufrimientos.
Pero, más importante es,
que ese sentimiento,
no se encienda el primero
y se apague al final del mes,
de un mes al año,
a pretexto de ser caritativos,
a pretexto de ser solidarios.

El mundo nos necesita
y nosotros necesitamos de él.
Hacen falta tantas manos,
para amasar el pan de cada día,
hacen falta minutos de compañía,
para el enfermo, el preso
o el que sufre tristeza.
El mundo nos necesita,
no solamente una vez al año,
nos necesita y nos necesitamos
siempre, todos los días de la vida.

Que la solidaridad que llega,
no se vaya nunca,
que se quede a vivir en nosotros,
y se muestre cada día,
ojalá en grandes obras,
pero sobre todo en acciones
permanentes, respetuosas,
dignas y humanas,
que permitan unir esfuerzos,
y equilibrar
este triste mundo de inequidades,
materiales y espirituales.

Que no nos llegue enero,
y frunzamos nuevamente el ceño,
pateando a quien se nos pone enfrente,
olvidando que era la mano que alimentamos,
hace poco… en diciembre.

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