jueves, 20 de septiembre de 2018

¿Cuántos más?


“Es indiscutible que al hombre le encanta trazar y construir caminos; pero también adora la destrucción y el caos. ¿Por qué?, díganme... Pero antes quiero decir algo más sobre este asunto. Tal vez le gusten la destrucción y el caos (a veces le gustan; esto es indiscutible), porque tiene un temor instintivo a alcanzar la meta y terminar el edificio que construye.”
FIÓDOR MIJÁILOVICH DOSTOYEVSKI

¿Cuántos muertos más,
esperamos contar,
en las carreteras y vías del país,
para entender que no es cuestión de una ley,
el corregir la cultura vial del país?.
Hay que educar,
y educar en serio,
al profesor y al alumno,
de la escuela de conducción,
al peatón y al conductor,
que son parte de la ecuación.
Educar a la autoridad vial,
y a las personas en general,
si la costumbre es el caos,
la ley nada puede cambiar.

¿Cuántos niños más,
deben desaparecer,
deben ser secuestrados,
deben ser comercializados,
vendidos y ultrajados,
por mafias de pornografía
y trata de personas,
para entender la magnitud
de un problema sin dimensión,
que ciega la vida y la ilusión,
de niños y niñas,
que son parte de una estadística oscura,
que al final no llega a contar,
lo que pasa en la realidad?.
Hay que decir la verdad,
sobre los desaparecidos,
sobre los secuestrados,
sobre las mafias de personas,
sobre las mafias de pornografía infantil,
que secuestran y matan,
la inocencia y la vida,
de nuestros niños y niñas.

¿Cuántos casos más,
debemos escuchar,
sobre corrupción,
robos y asaltos a los fondos del Estado,
para entender que la corrupción,
es un mal endémico,
que no tiene bandera,
que no es de derecha o de izquierda,
pero que se roba toda la plata,
de los que menos tienen,
y de los que aún creen
en dioses de barro
y en figuras políticas baratas?.
Hay que educar en democracia,
para entender,
que quizá no estamos listos para elegir,
a quienes nos gobiernan.
Que poco o nada nos preocupa,
lo que los políticos hagan,
“si roban que roben,
pero que hagan algo de obra,
con eso nos basta”.
Negociados indiscriminados,
contratos ilegales,
sobornos, compra de cargos,
compra de conciencias,
enriquecimiento ilícito,
crímenes de lesa humanidad,
abuso de bienes y dineros del estado,
millones de dólares robados,
entrega de la soberanía
a las mafias del narcotráfico.
Si no podemos leer y entender,
que el poder en el poder es eso,
poco podremos hacer
para cambiar el modelo actual,
y la forma de gobernar.

¿Cuánta gente tendremos que ver morir,
agonizar y esperar,
una atención digna,
en los servicios de salud pública,
para entender que tanto usuarios y prestatarios,
necesitan el apoyo del estado,
para cumplir la sagrada misión
de brindar salud digna
a los ciudadanos de una nación?.
No es un regalo,
no se trata de nada extraordinario,
de ningún gobierno o mandatario,
la salud pública es un derecho del ciudadano,
y una obligación del Estado.
Si rogamos por ello,
es que aún no se ha entendido,
de lo que estamos hablando:
dignidad para con el ser humano.

¿Cuántos casos más,
de todos aquellos que conforman el caos,
que hoy vive la humanidad,
serán necesarios,
para que entendamos de una buena vez,
que el presente y el futuro,
no lo construyen los mandatarios?
Debemos educarnos y educar
para entender que ellos
-los políticos de turno-
son y deben ser el medio
por el cual actúan los ciudadanos,
para el bien común,
para poner… orden en el caos.


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