jueves, 15 de marzo de 2018

SOLCA: sobre una Sociedad que lucha contra el cáncer


Combatimos el cáncer con todo tipo de cosas,
pero se nos olvida el amor.
Podría ser la mejor arma de todas.
Regina Brett

Toda enfermedad es dolorosa,
toda enfermedad, conlleva dolor,
porque cambia la vida,
porque cambia el entorno,
porque afecta el estado interior.

Mientras hay salud,
la vida es llena de color.
Mientras hay salud,
hay sueños por cumplir,
esperanzas por regar,
caminos por andar,
ilusiones en el corazón,
energía y fuerza
para hacer frente a la desazón.

Mientras hay salud,
no valoramos el estar sanos,
las preocupaciones son de otra proporción,
los planes de la vida se multiplican,
y miramos de lejos,
como un caso ajeno,
la enfermedad y sus momentos.

Cuando la enfermedad llega,
cuando sin tocar la puerta entra,
y se queda a vivir,
en el cuerpo de los que amas,
en tu propio cuerpo,
el color de la vida cambia.
Las prioridades son otras,
las sensibilidades se transforman,
y reflexionas sobre lo hermoso
de las cosas sencillas,
sobre el abrazo que no diste,
sobre el perdón que no pediste,
sobre el tiempo que perdiste
y que te impidió disfrutar
de lo hermosa que es la vida
y lo hermosa que es la gente que amas en tu andar.

Cuando la enfermedad es mortal,
cuando la enfermedad es muy difícil de curar,
la vida es cuesta arriba,
y puedes perder las ganas de vivir.
Cuando la enfermedad es un cáncer,
no sabes qué hacer,
no sabes si hay esperanzas,
no sabes cuándo la vida acaba.

Y no solamente eso,
porque descubres,
que el cáncer,
es una enfermedad cuyo tratamiento
es de tal costo,
que podría quebrar la economía familiar.

Solo un corazón noble,
podría pensar en una sociedad
que se una para luchar
y combatir el cáncer en general.
Una lucha, que no es de palabras,
sino y en especial de obras:
tratamientos, medicinas,
protocolos, especialistas,
instalaciones, acompañamientos,
campañas de prevención,
educación preventiva de salud,
sensibilización social,
pulcritud y honestidad
en manejo de fondos y bienes en general;
en fin, una lucha que es eso y mucho más:
mística, humanismo,
amor al prójimo y entrega total,
en medio del dolor,
dignidad y esperanza.
Todo esto es SOLCA,
las siglas de una sociedad,
que se une para luchar
contra un enemigo sin piedad,
contra una enfermedad,
que no mira a quien.
Son manos que acompañan,
con humanidad y amor,
un camino difícil para caminar,
un camino doloroso y tormentoso,
que te agota y que te mata.

Una carga pesada,
que se hace liviana,
si hay manos como las de SOLCA,
si hay personal como el de SOLCA,
que comprometido sirve
al enfermo y a su familia,
caminando juntos un camino,
que no sabemos cuando termina,
y cuando acaba.

Por ello no entiendo,
a aquellos,
que disfrazados de preocupados,
pretenden crear instituciones en el papel,
que debilitarían a SOLCA y su función,
que distraerían el apoyo
que esta sociedad de lucha contra el cáncer necesita.
Personas sin corazón,
que pretenden crear Consejos y entuertos
que solamente complicarían,
la compleja función de luchar contra el cáncer.

Si algo se debe hacer,
es fortalecer lo que se ha hecho,
lo que se ha construido y lo que se ha aprendido,
en todos los años de vida
de esta sociedad querida,
y no crear instituciones
para alimentar las ambiciones,
de personas que no tienen corazón.

Que la Sociedad de Lucha contra el Cáncer,
no desmaye en su caminar,
que más manos, voces y acciones,
se unan a ella para luchar,
contra esta enfermedad tan dura,
contra esta enfermedad compleja,
por el bien, de nuestra humanidad querida.

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