viernes, 6 de mayo de 2016

La prensa libre

«En este Día Mundial de la Libertad de Prensa, insto a todos los gobiernos, los políticos, las empresas y los ciudadanos a que se comprometan a impulsar y proteger la libertad y la independencia de los medios de comunicación. Sin este derecho fundamental, las personas son menos libres y están menos empoderadas. Con él, podemos trabajar juntos para lograr un mundo con dignidad y oportunidades para todos.»
Mensaje del Secretario General, Ban Ki-moon.
Día Mundial de la Libertad de Prensa 2016

Leo el llamado
del Secretario General
de las Naciones Unidas,
en esta semana
que celebramos la libertad de prensa,
y leo el pedido que hace a varios sectores,
en el que incluye a los ciudadanos.
Nos dice y nos pide,
que nos comprometamos
a impulsar y proteger
la libertad y la independencia
de los medios de comunicación.

Debemos entonces,
comprometernos y proteger
la libertad de información
como libertad fundamental
y como un derecho humano.
No podremos ser libres,
ni pretender serlo
cuando la información no lo es,
cuando el acceso a la información no lo es,
cuando se oculta información relevante,
cuando no conocemos nuestra propia realidad,
nuestras propias circunstancias.
Preguntémonos qué tan fácil es
llegar a la información relevante
para el ejercicio de la democracia,
¿sabemos en realidad el estado de las cuentas públicas?
¿conocemos la realidad del gasto del gobierno
en todos sus rubros y actividades?
¿qué tan fácil es llegar a esa información?
y si los medios públicos y privados
¿cumplen con ese deber de informarnos?.

Debemos entonces,
comprometernos y proteger,
la libertad de prensa
frente a la censura y al exceso de vigilancia,
que se fundamenta a su vez
en el derecho a la privacidad
como previa condición
de la libertad de expresión.
La prensa debe proteger sus fuentes,
debe buscar libremente la información
debe compartirla
y debe ser responsable y ética
al momento de hacerla pública.
Pero el exceso de vigilancia estatal,
el exceso de regulaciones
y de organismos de control
pueden inhibir gravemente
la libertad de circulación de la información.
A largo plazo,
ello puede provocar
que mengüen las fuentes de información
y que la sociedad en general
se autocensure sin más.

Debemos entonces,
comprometernos y proteger
la garantía de la seguridad del periodismo
en Internet y fuera de ella.
Ese compromiso,
pasa por preguntarnos y reflexionar
sobre los canales y facilidades
que tienen los periodistas
para acceder a la información,
para producirla con seguridad,
y tener la garantía de que
no están siendo vigilados ni acosados
en Internet o fuera de ella.
Los Estados están obligados,
a garantizar el bienestar físico y psicológico
de los periodistas,
e incluso, deben dar muestras y acciones
sobre seguridad digital.

No es entonces,
un problema entre “periodistas”
o un problema de los “medios de comunicación”,
como seres o entes ajenos a la sociedad,
io tampoco podemos decir,
o pretender creer
que la sociedad en general,
no se debe involucrar en estos temas en particular.
Se trata de un problema
con múltiples dimensiones: tecnológica,
institucional, económica,
política, jurídica y psicológica.
Esta cuestión atañe directamente al
contexto en el que se enmarca
el acceso público a la información,
en particular a la confianza del público
para expresarse libremente,
así como al ejercicio práctico
del derecho a la información
y al desarrollo sostenible.

“La libertad de prensa, lo mismo que todas las libertades, tendrá sus inconvenientes, tendrá sus peligros; pero con todos ellos es preferible a la tranquila placidez del despotismo, como decía tácito”.

José María Vigil

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