Un necio encuentra siempre otro necio aún mayor que le admira
Nicolas Boileau
No hay peor gobierno,
que aquel que desoye
la voz de su pueblo,
y la voz de su propia
conciencia,
-si es que la
tuviera-.
No hay peor sordo,
que aquel que llegó
al poder
ofreciendo el
"oro y el moro",
con el único fin y
deseo,
de construir en su
entorno
la triste historia
de un supuesto héroe,
de un supuesto
mártir,
de un supuesto
prócer.
No hay peor sordo en
el poder,
el que a la vez es un
necio,
que se alimenta de su
ego
y de las melosas
palabras
de su entorno
predilecto
que le venera y le
sirve
por el simple hecho
de servirse
de las delicias del
poder
de las ganancias que
les da,
tener el mango de la sartén,
y tener de su lado la
ley.
Cuando gobierna el
sordo
que a su vez es un
necio,
gobierna la sinrazón,
gobierna el desprecio
por el contrario,
gobierna el
resentimiento,
la venganza y la
sanción.
Cuando gobierna el
sordo,
que a su vez es
necio,
gobierna la ley de la
selva,
la impunidad y la
imposición.
Si alguna voz se
queja,
si alguna voz pregunta,
si alguna voz cuestiona
se la descalifica
y a la vez califica,
como la voz del
terrorista
la voz del
delincuente,
la voz del que pide a
gritos
que regresen los
malos gobiernos
y los malos
gobernantes
de historias pasadas.
Cuando gobierna el
sordo,
que a la vez es
necio,
su ejemplo lo siguen,
colaboradores y
subalternos,
pequeños sordos,
pequeños necios,
que causan daño,
con la incompetencia
innata,
de despilfarrar la plata pública
en hacer creer que el
sordo oye,
y que el necio acepta
y rectifica.
Cuando gobierna el
sordo,
que a le vez es
necio,
ningún argumento cabe
cuando llegado el
momento
se pide y se exige un
espacio
para el diálogo y el
consenso.
Se gobierna por la
imposición y la sanción,
se gobierna con la
amenaza,
se gobierna con la
fuerza,
se gobierna para una
sola bandera,
y no la del país,
sino del partido,
y la de los amigos
del partido,
Cuando gobierna el
sordo,
que también es necio,
el futuro es
incierto,
aunque el sordo diga,
que solamente con él podrás
hacer realidad tu sueño
de vida.
Seguro aprenderás a
ser sordo y necio,
como condición única,
del servicio público,
asesinando la
democracia colectiva,
y dando vida
al fundamentalismo
político,
y al totalitarismo
disfrazado de democracia.
Ni sordos de
entendimiento
ni necios de voluntad
y corazón,
porque no oyen,
porque no escuchan la
voz del pueblo,
porque sólo escuchan
su propia voz.
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