miércoles, 29 de abril de 2015

En las calles... el 1º de mayo

Y la protesta en masa o colectiva no puede venir sin haber sido iniciada por una serie de protestas individuales: muchísimos seguirán el ejemplo,
cuando algunos empiecen a darle.
Manuel González Prada
La calle,
aquel lugar donde se camina,
se vive, se transita,
se aprende y también se protesta.

Las calles,
donde convergen las vidas individuales,
los negocios y la vida misma,
reciben todos los días
a personas distintas.
Sobre ellas,
sobre las calles,
han vivido y han muerto
mujeres y hombres,
exigiendo respeto
y protestando por el irrespeto.

En las calles,
volverán a encontrarse,
volverán a estar juntos
los que piensan diferente,
los que se acusan de tal o cual cosa,
las personas comunes y corrientes,
los funcionarios públicos,
los políticos y los dirigentes.

Las razones para salir a las calles,
son diferentes, son opuestas:
unos a celebrar,
otros a protestar,
otros a conmemorar,
otros a mirar,
otros… a esperar el momento oportuno
para generar el casos
y buscar que se enfrenten entre seres humanos.

Pienso en todo ello,
y me asusta que al final de la jornada
triunfe la violencia
y pierda la democracia y las libertades.
Que tras la protesta crezcan los odios y las venganzas,
las persecuciones y las acusaciones.
Que tras la protesta,
seamos más intolerantes y más desgraciados.

En las calles este primero de mayo,
si, el que quiera estar,
por las razones que busque caminar,
pero que su mensaje sea noviolento,
sea constructivo.

En las calles este primero de mayo,
si, para protestar contra nuestra desidia,
contra nuestra propia inacción,
contra nuestra irresponsabilidad
al momento de ejercer el voto sin meditar,
y elegir a los que nos gobiernan o gobernarán,
en todos los ámbitos de la vida misma.

En las calles,
para comprometernos a trabajar,
contra la corrupción y no ser parte de ella,
contra la violencia y no rendirnos a ella,
contra los delincuentes que venden drogas a nuestros niños,
contra el dirigente, el maestro,
el trabajador, el político y cualquiera,
que use su espacio de trabajo
para denigrar a otros,
para buscar solamente un beneficio personal,.

En las calles para sentir y escuchar,
las voces de todos,
para alimentar nuestra verdad,
con las verdades de otros,
para reivindicar la libertad de caminar,
caminar libres al destino
que nosotros mismos construimos.

En las calles siempre,
todos los días,
por una sociedad digna,
por una sociedad incluyente,
por una sociedad tolerante,
por unos ciudadanos solidarios,
por unos ciudadanos comprometidos
con la vida misma,
con el prójimo,
con el futuro de los que vienen detrás.

En las calles si,
para ser verdad,

no, para ser mentira.

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