Tarde para tragarte las palabras,
que lanzaste al viento
sin ningún sentimiento,
y que arden en las brasas
de la incomprensión más ingrata.
Tarde para pedir perdón o disculpas,
cuando son tus palabras,
apenas valoradas,
por tanto pedir perdón o disculpas.
Tarde para volver,
tarde para entender,
tarde para pensar,
tarde para olvidar.
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