sábado, 17 de julio de 2010

Frente a la intolerancia impositiva: objeción de conciencia

En cuanto alguien comprende que obedecer
leyes injustas es contrario a su dignidad de hombre,
ninguna tiranía puede dominarle.
Mahatma Gandhi


Quien te diga
que la Ley cambia
las realidades perdidas,
las realidades presentes,
y aquellas no nacidas,
te está mintiendo.

Quien arguye
que la culpa de tus males
y los de todos
la tienen las malas leyes,
y que por tanto
éstas deben cambiarse,
a como de lugar,
te está mintiendo.

Quien afirma
que a pretexto de cambiar la Ley
entregues todo el poder
al mandatario que ejerce de rey,
habrás dado paso
a la extinción de tu democracia.
Habrás perdido
tu capacidad de pensar,
tu posibilidad de opinar,
tu oportunidad de desarrollar,
pues ese tipo de Ley
impone un pensamiento igual,
homogéneo, indiscutible,
si piensas diferente te podrán tachar
de atrasa pueblos o terrorista quizá.

Quien entiende
que dialogar un proceso
de elaboración de una Ley,
es tener que ofrecer
unas migajas de poder,
una falsa fama pasajera,
unas treinta monedas de plata,
desconoce por completo
el verdadero sentido
de la moral y la ética,
del deber ser,
de la responsabilidad de proteger
al electorado que confió en él.

¿Qué hacer?,
¿Cómo combatir
la intolerancia impositiva?,
los abusos del poder,
el despilfarro del dinero,
la corrupción por doquier,
el desempleo y la delincuencia,
así parezcan un fantasma de papel.
¿Con más violencia?,
¿con más prepotencia?,
¿con mas insolencia?...
o quizá ¿con más indecencia?.

La noviolencia nos brinda
las claves para enfrentar la vida,
cuando las situaciones extremas
nos desbordan día a día,
cuando las palabras
de los que dirigen nuestros días
no se ajustan a los hechos de la vida.

Los discursos y las palabras vacías,
no alimentan, ni combaten la delincuencia.
Las amenazas y las burlas consecutivas,
no dan trabajo, ni paz a nuestras vidas.

Es momento de pensar
en quizá objetar
desde nuestra potestad,
los actos, las leyes, las decisiones,
las disposiciones y las declaraciones,
que atentan contra la dignidad humana,
contra el sentido común,
contra la realidad de la vida,
contra la permanente mentira.
Objeción de conciencia,
frente a toda decisión o acto
que violen un derecho humano.

Objeción de conciencia
frente a la mentira y la manipulación
en los procesos de legislativos de la nación.

Objeción de conciencia
frente al abuso de los fondos públicos
para beneficio de un grupo de amigos
de quienes ostentan
poderes “divinos”.

No seamos ingenuos,
no respondamos con palabras sin hechos.
Objetemos, opongámonos, no cumplamos,
aquello que día a día vemos
en el escenario de políticos y funcionarios.

Quizá no hacerlo,
nos convierta de a poco…
en ellos.

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