jueves, 18 de febrero de 2010

La agonía de la ética

La ética es a la sociedad lo que el ejercicio al cuerpo. Puede que no nos guste practicarlos, pero mientras más lo hacemos, más tiempo vivimos. Anónimo


La ética es el estudio de la moral
y determina por tanto
qué es lo bueno y cómo se debe actuar.
Es la teoría o la ciencia
del comportamiento moral,
lo que define algo como bueno o malo,
a diferencia de la moral,
que define lo correcto e incorrecto.

La vida política nacional,
y la vida en general,
nos parece anunciar
la agonía de la ética,
es decir…
la agonía de la capacidad
de distinguir entre lo bueno y lo malo,
como ideas y conceptos fundamentales
para el convivir y la paz social.

La ética agoniza,
cuando el poder político
toma por asalto la justicia
y la función de legislar.
Cuando se cree con derecho
de decir la última palabra,
de calificar lo bueno y lo malo,
solamente porque le conviene,
de querer secuestrar la palabra,
de querer asesinar el pensamiento.

La ética agoniza,
cuando el crimen organizado
penetra en el corazón
de las instituciones llamadas
a controlar el orden y la delincuencia.

La ética agoniza,
cuando pretendemos construir la historia
sobre la base de estrategias políticas
y marketing perverso
que nos llevan a creer lo que no es cierto
a vivir solo del cuento.

La ética agoniza,
cuando los dineros públicos
se usan para asuntos privados.
Cuando el servicio público
ha sido cambiado
por el enriquecimiento ilícito.
Cuando lo peor es que seas honesto
y lo mejor… un tipo corrupto.

La ética agoniza,
cuando nosotros, los ciudadanos,
nos contentamos con poco,
con una ética de mínimos,
con soluciones a medias,
con dar la espalda
a lo que sucede en mi tierra.

La ética agoniza,
cuando parece lógica
la amenaza y el insulto,
cuando se asume como verdadera
a la mentira perversa,
al rumor maligno,
a la envidia embustera.

La ética agoniza,
cuando prefiero mi gloria
a costa de la colectiva desgracia.

La ética agoniza,
cuando ya no puedes
creer que nada
no tenga un interés mezquino,
cuando crees,
que es el fin del camino.


Pero…
lo peor de todo,
es que la ética agoniza,
cuando dejamos que eso pase,
cuando no levantamos la voz,
cuando no protestamos,
pero sobre todo
cuando no somos verdad primero
para exigirla a los otros.

No hay comentarios: