jueves, 29 de agosto de 2024

Trabajo en equipo: decir, hacer, transformar

Nunca dudes de que un pequeño grupo 

de ciudadanos reflexivos y comprometidos

puede cambiar el mundo; de hecho,

es lo único que lo ha logrado

Margaret Mead


Las realidades 

de nuestras ciudades

de nuestras poblaciones

de nuestras sociedades

es diversa, es compleja,

es particular

y responde a unas condiciones

de cada entorno.


Esas realidades 

son parte de un todo,

más grande,

como un país, por ejemplo,

que tiene el reto

de construirse en conjunto.


Aquellas sociedades,

poblaciones, ciudades,

incluso países,

que han logrado

cambios sustanciales

en beneficio de su gente

y de su entorno,

son aquellas 

que tomaron la decisión de pasar 

del decir, al hacer

y al transformar esas realidades.

Dejaron de ser

aquellos que querían que algo suceda

o, aquellos que soñaban con que suceda

y se transformaron en las personas

que hicieron ese cambio.


No hay cambio pequeño,

no hay esfuerzo pequeño,

y si es colectivo

el reto es aún más complejo.


¿Por qué nos quejamos

de tener siempre los mismos resultados

sí siempre hacemos (o no) lo mismo?


Hay sociedades,

que necesitan urgentes transformaciones.

Estas no llegan solas,

ni de la mano de alguien en particular.

Esas transformaciones

son el resultado

de un trabajo en equipo,

de un esfuerzo compartido,

de un compromiso desinteresado,

de acciones sostenidas,

de acciones que construyen

culturas de esfuerzo,

solidaridad, colaboración,

respeto y honestidad.


Hay que empezar,

dejar solamente de hablar,

de quejarse y culpar.

Sabemos quiénes son los responsables,

no sigamos depositando la confianza

y la responsabilidad en ellos.


Seamos ciudadanos reflexivos

y comprometidos con ese futuro

que queremos,

ya no para nosotros,

si no para los demás.



jueves, 22 de agosto de 2024

Tiempos y momentos

Cada cual mide su tiempo, 

desde la profundidad de sus momentos

Eirene,  Librepensador

No son los días,

los que nos hacen la vida.

Esos días tienen momentos,

de diverso tipo e intensidad.

Momentos íntimos,

momentos compartidos,

momentos que marcaron 

    -y marcan-

un antes y un después.


Mientras los momentos suceden,

los etiquetamos

de una determinada forma

y los guardamos 

en un determinado lugar.


Cuando el tiempo pasa,

esos momentos

suelen cambiar de lugar

y también de nombre.


Momentos que sumados,

se transforman en tiempo,

que sumados son el plural

de una vida que puede pasar

sin ser vivida a profundidad.

O, puede ser una vida,

donde los momentos sean,

los colores de una paleta,

cuyo pincel,

a veces está en nuestras manos,

y otras, en las manos

de los momentos de otros,

de los tiempos de otros.


Y mientras pasan,

esos tiempos,

esos momentos,

debemos entender,

que nada puede volver hacia atrás,

y que esos tiempos

y esos momentos,

vividos, provocados, construidos

o, encontrados en el camino de la vida,

algo nos deben dejar,

algo nos deben enseñar,

pues llevamos en la piel

la marca de nuestros tiempos,

con la profundidad

de nuestros momentos.


jueves, 15 de agosto de 2024

Uniendo voces (a la causa de María Paula Coronel Romero)

No te rindas que la vida es eso,

continuar el viaje,

perseguir tus sueños,

destrabar el tiempo,

correr los escombros y destapar el cielo.

Mario Benedetti

La escucho contando,

la historia de sus días.

Muchos, pocos,

suficientes… interminables.

Cada cual mide su tiempo

desde la profundidad de sus momentos.


Y mientras la escucho

me pongo a pensar

que abrir los ojos a la vida,

sucede muchas veces,

y no siempre, nos damos cuenta.


Pasan y nos pasan situaciones,

hechos, sucesos y momentos,

que nos llevan a pensar

de todo: lo más extremo,

lo más lógico, lo más salvaje,

lo más íntimo.


¿Por qué a mí?

¿Por qué no a otros?

¿Por qué yo?

y tantos “por qués más”

que quedan en el tintero.


No están mal las preguntas,

aunque no siempre

haya respuestas.

No está mal la reflexión,

si nos lleva a la acción.


Somos lo que somos,

y lo que soñamos ser.

Somos ese abrir los ojos,

somos ese tiempo,

somos encuentro,

causa y efecto.


Somos el hoy

y somos un mañana,

que se sueña y que se habla,

que se trabaja y que cuesta,

porque el camino,

lo camina cada uno.


Algunos descubren,

que ese camino

necesita de voces para caminar.

Porque es importante alzar la voz

y gritar a los cuatro vientos

que el viaje, los sueños y los tiempos,

necesitan construirse

con dignidad, con justicia,

con respeto, con solidaridad,

con empatía y con responsabilidad.


Si uno mi voz a la tuya,

podrás saber de mí,

de mis miedos y sufrimientos,

de mis alegrías y mis sueños.

Si unes tu voz a la mía,

sabré más de ti

y podré caminar contigo,

y podremos caminar juntos.


Si unimos nuestras voces,

nuestro mensaje, nuestro eco,

nuestro diálogo y nuestros sueños,

tendrán la fuerza del buen hacer,

del hacerlo por amor

y de amar 

el vital sentido de la solidaridad.




jueves, 8 de agosto de 2024

Equipo: respeto, confianza, solidaridad

No somos un equipo porque trabajamos juntos. Somos un equipo porque nos respetamos, confiamos y nos preocupamos por los demás

Anónimo

Personas solas,

que se sienten frustradas,

porque el entorno de vida,

les es esquivo, violento y excluyente.


Grupos de personas,

que protestan, se quejan,

y reclaman todo tipo de atenciones,

para palear sus males y preocupaciones.


Sociedades deprimidas,

víctimas de la barbarie.

Sociedades presas,

del dominio populista

que les vende

y promueve

modelos de vida

basados en el silencio,

el dogma y el engaño.


Cambiar 

las complejas condiciones

de una sociedad,

de un grupo social.

Ajustar y mejorar,

los entornos complejos

de instituciones y procesos.

Aprender a trabajar,

no solamente juntos,

si no en equipo,

quizá pueda ser

el camino o la vía, 

por la cual encontremos

soluciones que funcionen,

y respuestas que brinden

las ideas necesarias

para equilibrar balanzas,

poderes, sueños, deseos

y acciones de bien.


Y, esto de equipo,

que suena tan lógico,

no resulta tan sencillo.

Esto de trabajar juntos,

por un ideal común,

que parece tan lógico y cierto,

es muy difícil lograr.


Un equipo, una sociedad,

un colectivo, una ciudad,

un país como tal, 

debe superar obstáculos diversos

que nacen del individualismo,

el ego, la mala fe, la envidia

y la necedad,

de aquellos que,

llevados por el mal,

solamente quieren

su propio bienestar, 

y en muchos casos,

que vaya mal a los otros,

sin importar cómo les va a todos.


Respeto, confianza,

solidaridad, dignidad,

sentido común y estar juntos,

hará que seamos un equipo,

que podamos construir

un ideal común,

porque en ese trayecto

pasarán muchas cosas.

Y, si no solamente estamos juntos,

si no que nos unen

los más altos ideales, sentimientos

y comportamientos,

podremos hacer frente

a todo eso que impide

que hoy no seamos

lo que soñamos ser,

y lo que soñamos

para los que amamos 

y para los que vendrán.



jueves, 1 de agosto de 2024

Sé útil

No hay  poder sobre la tierra,

que pueda neutralizar

la influencia de una elevada,

pura y simple vida útil

Brooker Washington 

No distraigas tu rumbo,

y rechaza los cantos de sirena

que te invitan constantemente

a creerte importante,

por tu dinero, por tu posición social,

por tu posición laboral,

por tu conocimiento, por tus habilidades

o por tus destrezas.


Ese deseo,

esos aires de importante

terminan por destruir,

tu “amor del principio”,

aquello que te motivó

aquello que te llevó

a moverte y no quedarte detenido.

Esos aires de importancia,

te harán menos humano,

menos consciente,

menos persona.


Sé útil,

donde te encuentres.

Sé útil,

en lo que hagas

y para quien lo hagas.

Sé útil,

con tu propio tiempo,

con tus propias cosas,

con tu propia vida.


Sé útil,

a tal punto,

que se pueda contar contigo,

sin tener que llamarte nunca.

Al punto de compartirte

 la vida misma.

Sé útil,

al punto de que ello

sea tu recompensa,

tu energía en el camino,

tu paño de lágrimas

y tu luz mientras caminas.


Sé útil

y descubrirás 

que no tienes límites.

Que lo puro, sencillo

y simple de este mundo,

es por lo que vale la pena

vivir y lo que ello conlleva.


Sé útil,

y aunque te equivoques

o yerres,

merecerás

que otros sean útiles también…

también para ti.