Amigo mío,
el que es un miserable no deja de ser miserable en carroza,
a caballo y a pie. Por eso no creo nunca a ningún miserable,
ni en el arrepentimiento de ningún miserable
Goethe
Tanta gente buena,
tanta gente interesante,
tanta gente decidida,
tanta gente comprometida,
en hacer cosas por su bien
y por el bien de los demás.
Con errores y aciertos,
esa gente
construye con los días
puentes y aeropuertos,
para que crucen y aterricen
las ideas interesantes,
las buenas acciones,
los apoyos, las solidaridades,
las colaboraciones.
Tanta gente,
como la que describo,
que desconoce
que hay otros como ellos
y que aprendería tanto
aprendiendo de los otros,
aprendiendo de todos.
En necesario,
conectar a la gente
de corazón bueno
que trabaja,
por aquello que vale la pena,
a pesar de que hayan tiempos,
momentos y personas
que no soporten ver
trabajar y progresar
a los que no tienen
el cáncer de la malicia
en sus corazones.
No siempre
habrán condiciones
para el éxito y el triunfo.
No siempre se gana,
pero siempre se aprende,
y es necesario aprender
a identificar a los miserables,
que harán de todo
para detener el progreso,
la unión y el desarrollo,
porque ello les significa
perder espacio y rol protagónico,
en sus miserables vidas
y en sus miserables acciones.
Todos tenemos
una serie de imperfecciones.
y unos cuantos llevan consigo
la marca y la huella de la miseria.
Identificarlos,
cuidarse de ellos
y hacerles frente
con dignidad e inteligencia,
hará que la miseria
no se cobre
mas víctimas.
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