jueves, 4 de junio de 2020

Asfixia

En tiempos de corrupción
es cuando más leyes se dan
Étienne Bonnot de Condillac
Una imagen recorre el mundo,
y dispara las alarmas
de la intolerancia, la violencia,
y el caos en todas sus formas:
un policía detiene a un ciudadano,
y en el proceso de detención
coloca su rodilla sobre la nuca del detenido,
hasta el punto de asfixiarlo.

A esa imagen 
hay que agregarle otros elementos:
el policía es blanco
y el detenido era negro.

La imagen que menciono,
hace caer un telón
tras el cual se esconden,
algunos males
que hacen casi imposible,
la convivencia pacífica
de nuestras sociedades.

Pobreza, hambre, ignorancia,
miedo, manipulación,
corrupción, desinformación,
poder, ambición y soberbia,
se juntan para dar forma,
a diversos tipos de violencia,
lo que llevará a justificar
el uso de diversas estructuras
y formas sociales,
para combatir violencia con violencia

Es,
un círculo perverso,
que crece despiadadamente.

Esa rodilla,
en el cuello de una persona,
quitándole poco a poco el aire,
y quitándole la vida,
es la imagen de la corrupción
que hace su aparición,
todos los días,
en medio de la pobreza,
la miseria y la ignorancia.

La rodilla de la corrupción,
nos está matando,
a pesar de nuestros gritos,
a pesar de que digamos
que ya no podemos respirar.

Las mafias, los carteles de la corrupción
lo tienen muy claro.
Saben los procesos,
los protocolos, los procedimientos,
para robar a manos llenas.
Saben que mientras más leyes hayan,
para combatir la corrupción,
más fácil les será robar.

Saben, 
de la debilidad de nuestras estructuras
como estado y como nación.
Saben,
de nuestros miedos, ignorancias
y fanatismos por los dioses de barro.
Saben, 
cuáles son los abogados del diablo,
que harán posible la libertad
y también la impunidad
en favor de todos los ladrones.

Esa rodilla,
a la vez que nos asfixia,
nos distrae y nos confunde,
porque seguimos creyendo
que la solución a nuestros males,
la traerán 
los mismos corruptos de siempre,
auspiciados por las mafias
de la corrupción y la barbarie.

Queremos una nueva realidad,
y seguimos haciendo las cosas
como las hemos hecho siempre.
Sobre todo, 
votando a los que han robado,
han dejado robar
y han destrozado la convivencia social.

Ya no podemos respirar,
la rodilla de la corrupción
nos ahoga cada día.
No necesitamos más leyes,
necesitamos ciudadanos
educados, conscientes,
comprometidos, involucrados,
solidarios, tolerantes,
respetuosos, trabajadores,
y sobre todo dignos,
Que se amen así mismo
y amen a su prójimo.
Ellos seguro,
no permitirán que ninguna rodilla
se pose sobre su cuello,
ni que ningún desgraciado,
piense siquiera en ser candidato.
Para ello: educación,
educación y  educación.
En la casa, en el barrio,
en la calle, en la escuela,
en la vida y en la convivencia.
Los cambios llegan,
si cambiamos nosotros.
Caso contrario,
la rodilla en el cuello,
no solo acabará con nuestras vidas,
sino con las vidas de los que amamos.

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