jueves, 31 de marzo de 2016

Impuestos... impuestos


"La proliferación de burócratas y lo que inevitablemente traen consigo: mucho mayores recaudaciones de impuestos sobre la parte productiva de la población, son los signos reconocibles de una sociedad, no grande, sino decadente. Los historiadores saben que ambos fenómenos fueron especialmente notorios en las eras de declive del Imperio Romano, tanto del de Occidente como del de su estado sucesor, el de Oriente o Imperio Bizantino." (William Henry Chamberlin)


Me gustaría mucho,
grabar, tomar nota,
y dejar por escrito,
lo que los asambleístas de gobierno,
argumentarán para levantar la mano y apoyar
la última propuesta del gobierno,
para subir los impuestos
y buscar de manera desesperada
más dinero fresco para sus gastos de caja.

La estrategia parece ser muy básica:
crear, aumentar y ampliar los impuestos,
aquello que los ciudadanos pagamos
por servirnos de unos bienes
o por consumir unos determinados productos.
Los ministros, asesores y el mismo mandatario
consideran que la clave para enfrentar
la baja del petróleo
es subir impuestos,
en gravar con más dinero
ciertos productos,
cientos conceptos.

Los impuestos son necesarios,
porque parten de un concepto solidario,
es como compartir parte de lo que se gana,
es como apoyar para que haya
una determinada obra pública,
es como garantizar ciertos servicios del Estado.

Y así como son necesarios los impuestos,
también es necesario,
tener cuidado y tino,
al momento de imponerlos,
porque vivir del bolsillo de los ciudadanos
desgasta la imagen del gobierno,
y deja un sabor amargo,
como si se buscara una salida rápida,
como si la culpa fuera
de quienes dinamizan la economía,
como si se tratada de una hacienda
en la que el patrón hace lo que le da la gana.

Es necesario también,
que un gobierno que dice
que hay una crisis,
que  sube los impuestos,
que reduce las plazas de trabajo,
que encarece los costos de producción,
que etiqueta a los empresarios de
abusadores,
es necesario digo,
que ese gobierno se mire al espejo,
y revise sus cuentas y gastos,
y entonces eduque con el ejemplo
y gaste lo que de verdad debe gastar,
que cuide del dinero público
y no lo despilfarre en campañas de imagen
orquestadas con el apoyo
de estructuras que fueron creadas
para hacernos creer que pedir un cambio,
es un llamado a volver al pasado,
es un aceptar y validar
a todos los políticos que robaron
y dejaron robar en los sus momentos de gloria.

Por eso digo,
hay que grabar,
no hay que olvidar
a todos aquellos que voten
por aprobar una reforma fiscal
que golpea al bolsillo de los ciudadanos,
porque esos mismo políticos
están gastando permanentemente
en sus propias campañas de imagen,
y en la falsa construcción
de una imagen popular y sencilla
que para nada se compadece con la realidad

Te imponen impuestos,
te imponen discursos
formas de actuar y de ser.
Se justifican en una falsa moral,
en un gasto social
que ha fabricado una especie
de escenario de cine,
donde lo real,
es que luego de todo eso vivido
 lo que habrá es una película,
pero, para nosotros -en cambio-,
aquello que parecía un mal sueño,
será una pesadilla….

y una  una triste realidad.

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