jueves, 18 de septiembre de 2008

Palabras...

¿Qué decir?
cuando las palabras sobran…
cuando se han dicho tantas
y se siguen diciendo,
en una suerte de ruleta
que gira imperfecta
pero gira,
y en cada vuelta
las palabras suelta
y llegan unas
y otras y otras.

¿Qué decir?
no lo sé,
quizá se acabaron
quizá me dejaron
las palabras y las letras
molestas e inquietas
por los malos tratos
por los malos usos,
y es que…
cualquiera las usa,
cualquiera las abusa.

Qué decir,
cuando lo que se diga
será puesto en duda
será investigando,
analizado de cabo a rabo,
cuando lo que se diga
de nada sirva
pues en el aire hay
palabras y palabras
tantas…
que los oídos taponan,
que las intensiones ocultan,
que las esperanzas engañan.

Qué decir,
solamente nada,
como la voz del ahorcado
o los latidos del fusilado.
Nada, cuando aquellas palabras
han sido secuestradas
por quienes de ellas
el mal uso buscan
quitando, despellejando,
la pureza y la gracia,
el sentido y la forma,
que les dieron y les han dado
los maestros del idioma.

¿Qué decir?,
ya sé que se han ido
y hay que recuperarlas,
las letras, las palabras
y hacer uso de ellas
para construir
para incluir,
para trabajar,
para animar,
para componer
para merecer,
en fin…
para que vuelvan a ser
parte de la vida normal.

¿Qué decir?,
aún no lo sé…
pensé en momentos
dejar todo ahí,
justificar el silencio
y de inmediato partir,
como si no me importaran
como si ellas no lo fueran
parte de mi vida,
parte de nuestra vida,
las palabras… las letras
que en la boca y el puño
de quienes no las merecen
cada día aparecen
por todo lado,
haciéndonos sentir
que nos las han quitado.

¿Qué decir?
o… ¿qué hacer?,
de momento
lo que sabemos,
pensar e intentar escribir,
demostrarles a ellas,
las palabras sinceras,
que la gente las quiere
y hace buen uso de ellas,
pedirles no nos dejen,
que entiendan,
no somos todos,
los que de su secuestro
participamos,
que son pocos,
que son otros,
con poder ilimitado,
los que los espacios colman,
los que a gritos proclaman,
que las palabras les pertenecen
en su sentido, en su escritura,
mas no se dan cuenta
que las palabras no pueden
ser tomadas por secuestro
pues son libres en nuestro pensamiento.

¿Qué decir en estos momentos?,
creía que nada,
un error tremendo
los sé,
un error generalizado,
hay que decirlo
y bien,
los que nosotros debamos,
que nadie nos quite,
o secuestre siquiera,
una letra o una palabra cualquiera,
pues son de todos
pero sobre todo de quienes
su corazón las ilumina
con una luz sincera.

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