Si la esperanza se apaga
y la Babel se comienza
¿qué antorcha iluminará
los caminos de la tierra?
Federico García Lorca
Cada espacio,
donde la “comunidad internacional”
donde los líderes de países,
de bloques de países,
de organizaciones de corte
e impacto mundial,
intentan dialogar,
lo único que logran
es una suerte de diálogo de Babel:
cada cual habla,
sin entender,
ni querer comprender a los otros.
La ambición y orgullo,
son características y adornos
del ejercicio de la política,
del poder, de las relaciones geopolíticas,
incluso como impronta
cada vez más aceptada,
por los propios ciudadanos
que aprenden rápido
de esos liderazgos nefastos,
y marcan una clara imposibilidad
de poder dialogar,
de construir consensos,
de buscar soluciones
que incluyan a todos
y entonces imponer el criterio propio,
deslegitimar, sin análisis,
el criterio ajeno,
es la forma adoptada de ser,
en sociedades
profundamente divididas.
Una curiosa forma de vivir:
incomunicados,
polarizados y dominados.
Una y otra vez,
el simbolismo de Babel,
toma fuerza y se reproduce
en todo espacio,
en todo momento,
donde el diálogo
ha sido cambiado
por el grito ensordecedor
del poder en el poder,
de la ley de más fuerte,
del más manipulador,
de un tiempo de desinformación,
de una cultura que pierde
la capacidad de dialogar,
de escuchar y de comprender,
que sin diálogo, que sin tolerancia,
que sin estudio, que sin información,
el simbolismo de Babel,
seguirá fortaleciendo
una forma de vida,
que se aleja del respeto de lo humano
y ensalza la ambición y el orgullo,
como camino único,
de conseguir lo que se quiere.
1 comentario:
Roberto : A pesar de las adversidades la esperanza es una luz que debe guiarnos a los seres humanos a conseguir una vida plena y realizada.
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