viernes, 18 de julio de 2014

La sociedad multicultural

La democracia no es únicamente un conjunto de garantías institucionales, una libertad negativa. Es la lucha de unos sujetos, en su cultura y su libertad, contra la lógica dominadora de los sistemas.
Alain Touraine
Descubro al filósofo y pensador francés
Alain Toraine.
Leo sus pensamientos y tesis,
y empiezo a identificarme con ellas.
Reclama una ciudadanía responsable,
proclama una libertad absoluta de conciencia.
Critica al Estado absolutista,
al poder absoluto,
al caudillo y su mundo.

Nos habla,
en una de sus obras,
de la sociedad multicultural,
y nos recuerda que
uno de los fundamentos de la democracia
es el reconocimiento de la diversidad.
Sólo podemos vivir con nuestras diferencias,
si nos reconocemos mutuamente
como sujetos diferentes.
Esto es fundamental,
en un estado de derecho,
en una democracia real,
si tenemos en cuenta que ello implica:
dejar de lado,
abandonar un modelo nacionalista “democrático”
que impone, en nombre del progreso y la ley,
las mismas reglas y formas de vida para todos.
El Estado asume el modelo de felicidad ciudadana,
el modelo de hacer sus negocios,
su salud, su educación,
sus costumbres, su pensamiento,
su manera de ser y de actuar.
Lo contrario,
lo supuestamente minoritario
se considera arcaico,
es una especie de estado humano inferior,
que merece rechazo,
que es penalizado,
que debería estar prohibido.

Poco a poco,
llega el miedo a pensar en contrario,
la gente llega a pensar que incluso es pecado.
El poder sacrificándose tanto
por diseñar y planificar tu vida
y tu le pagas con críticas y preguntas
sobre si esa es una democracia impuesta
o una democracia elegida.

Somos una sociedad multicultural,
y esa es nuestra riqueza,
ese es nuestro valor
ese debe ser nuestro motor.
Porque debemos aprender a convivir
con las diferencias de opinión
y dejar de dar la razón al poder
solamente porque este “nos da de comer”.

La sociedad multicultural
es y debe ser,
la antítesis del estado único,
de estado uniforme
ante el cual te debes arrodillar
y no preguntar, siempre callar.

La sociedad multicultural,
debe ser la respuesta ciudadana,
la respuesta responsable
a la democracia de imposición
a la democracia disfrazada,
a la legislatura de mano alzada,
al poder por el gusto del poder.

Como siempre,
esto requiere esfuerzo,
renunciamiento a intereses personales,
pensar y actuar por el prójimo,
decir lo que se debe hacer y hacerlo.

¿cuántos están dispuestos?

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