jueves, 26 de julio de 2012

La ciudad: un debate sin violencia


Una ciudad se hace un mundo cuando uno ama a uno de sus habitantes.
Lawrence Durrell


Las preocupaciones por la ciudad,
las propuestas, las protestas,
las ideas, los deseos,
los problemas, la indignación,
están ahí,
a la orden del día.
Los dedos que acusan,
las bocas que proponen,
los burócratas que se defienden,
los ciudadanos que asienten,
la ciudad que se pierde,
en el laberinto,
de un debate infinito,
que carece de acción y concertación.

Lo peligroso:
que el debate se torne violento,
que en la discusión,
la amenaza,
el insulto,
el rumor,
el acoso,
los golpes,
la represión,
y la coacción,
sean los elementos
que rodeen
un diálogo de sordos.

El momento:
de acusadores y acusados,
debe dar paso,
al momento del diálogo,
donde se escuchen
las voces de todos,
donde la silla deje de estar vacía,
y la ocupen los ciudadanos.
Donde los mandantes del voto popular,
dejen de poner excusas,
y se pongan a trabajar
todos juntos,
por la ciudad.

Si perdemos la oportunidad
de poder dialogar,
daremos paso
a la violencia sin par,
donde la amenaza,
el insulto y el golpe,
serán el alimento de las voces
y las actuaciones ciudadanas,
dejando a la ciudad de lado,
dejando solos a los ciudadanos.

Discutir por la ciudad,
proponer por la ciudad,
trabajar por la ciudad,
escuchar por la ciudad,
ceder por la ciudad,
consensuar por la ciudad.
Y cuando decimos la ciudad,
incluimos a sus ciudadanos,
a su entorno natural,
al comercio,
a su historia,
a su trayectoria nacional,
a su presente y su futuro,
a los nuevos retos,
a los nuevos sueños,
donde grandes y pequeños,
caminan de la mano
porque son parte de la ciudad.

Loja es más,
debe ser más,
y en esa diversidad
es donde fluyen las ideas,
las propuestas y el sentido
donde esta ciudad del olvido,
debe recuperar su amor propio,
y dejar de caminar sin sentido,
y caminar hacia el lugar
al que sus ciudadanos anhelan llegar.

Un debate si,
un diálogo siempre,
una discusión saludable,
pero noviolenta,
sin violencia,
sin recurrir,
a las estrategias,
de una política deshonesta
que busca descalificar
a los que proponen y protestan.

La ciudad nos necesita,
no la dejemos sola,
no dejemos pasar
una nueva oportunidad,
para hacer de la ciudad,
la tierra mas linda de la tierra.

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