Te fuiste,
no estás aquí,
no estás más,
esta muerte sin opción,
sin termino medio,
si razón,
como si quisiera decir
después de mi: nadie.
Te fuiste,
sin embargo…
dejaste un recuerdo,
que es lo que mas duele
porque es fresco
porque es inmenso
porque no hay quien lo iguale.
Te fuiste Sebastián,
y nos dejaste solos,
con nuestra soledad
con tu recuerdo
con el “que me importa”
del “qué dirán”.
¿Te fuiste?,
nunca…
estás aquí
mas vivo que yo,
mas vivo que nadie,
en cada acción,
en cada canción,
siempre…
en mi oración.
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