domingo, 17 de junio de 2007

De movimientos y marchas


Transcurre la semana,
entre escándalos y gritos,
de nuestra joven democracia,
que no para de ser víctima
de actitudes sin principios.

Y mientras el Congreso
a la deriva sobrevive,
la Justicia nacional
envuelta en procesos eternos,
y todos en general
atentos a un nuevo video,
la ciudadanía por lo regular,
vive la vida,
vive su vida,
tratando de entender,
qué hicimos mal,
“por qué Dios nos castigó”
al darnos una clase política
muy especial.

Y digo, la gente normal
intenta seguir con su vida,
buscando maneras
de enfrentar los problemas
que le aquejan día a día.

He visto marchas y campañas
anunciarse juntas esta semana,
la primera contra la delincuencia
y contra la violencia,
la otra de allá y de aquí,
por nuestro Parque Yasuní.

Interesantes formas aquellas
de luchar contra la violencia eterna
de decir, aquí estamos juntos
para buscar nuevas fronteras.
Luchar desde la noviolencia
es manifestarse contra ella:
contra la violencia que
con su mano fuerte intenta,
llevarnos por su lógica incierta.

Marchas y campañas no violentas
contra actitudes y hechos
que nuestra vida diaria aquejan.
Son importantes pero solas no bastan,
se requiere formar, educar y proyectar,
en la cultura de paz a la Patria entera.

Siempre diremos que el propio ejemplo
es la primera piedra
de aquel colectivo proyecto de vida,
que nuestro bienestar contempla.
Si queremos paz, debemos ser paz,
si queremos bienestar, debemos ser bienestar,
si queremos respeto, debemos ser respeto,
si queremos honestidad, debemos serla
de manera total.

Porque solamente siendo verdad,
alcanzaremos y proyectaremos
en nuestro prójimo la unidad
y la necesidad de vivir juntos
una sociedad de bienestar
no solamente material
sino, y sobre todo, espiritual.

Construir la paz desde la noviolencia
es un loable camino,
un poco largo, un tanto triste,
a veces solitario, por ratos incomprendido,
pero como camino,
es la mejor ruta que existe
para sentar las bases
de una patria libre,
de una patria incluyente,
de una patria que por fin pueda
cuidar a sus hijos
sin que nadie…
quede fuera.

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