jueves, 25 de abril de 2024

El otro aprendizaje

Quizá la más grande lección de la historia 

es que nadie aprendió las lecciones de la historia

Aldous Leonard Huxley


Se dice que aprendemos,

en espacios formales

llamados aulas,

de unas personas

a las que llamamos maestros.


Algunas aulas 

son más bonitas que otras.

Más modernas y cómodas

en comparación de espacios,

que ni siquiera

pueden llamarse aulas como tal.


En fin,

esa es la idea,

esa es la relación de aquello

a lo que se llama aprender.


Al final apruebas,

bien o mal,

para bien o para mal,

apruebas, o al menos,

alguien dice eso,

y caminas tu mundo,

con lo que dicen que has aprendido.


Pero la vida tiene,

otros aprendizajes,

algunos silenciosos

y quizá más poderosos

e influyentes

que los aprendizajes tradicionales.


Aprendes de comportamientos,

de acciones, de hechos, de situaciones.

Aprendes de personas,

en las que creías confiar

y que luego te enseñan sobre la desconfianza.

Aprendes tanto de la gente,

que en algunos casos

terminas por parecerte a ella,

o a ellas, que quizá aborreces o criticas.


El otro aprendizaje 

te lleva a sentir, saborear,

y observar extremos brutales.

Por un lado aprendes a identificar:

envidia, mala fe, ignorancia,

soberbia, necedad, mediocridad,

violencia, brutalidad.

Y, por otro, llegas a conocer

el buen hacer,

el desinterés por apoyar,

la solidaridad, el amor del bueno,

la compañía, la palabra adecuada,

la buena fe, el sentido común,

la humildad, la dignidad humana…

y tantas otras cosas,

que te llevan a pensar,

¿cuál es al final

tu propio aprendizaje?,

¿de qué estás hecho?

¿en qué te has convertido?

¿hacia dónde caminas?

¿hacia dónde caminar?...

y, ¿qué es lo que las personas

que te conocen y desconocen,

aprenden de ti?


Ojalá las respuestas,

    (a estas preguntas)

sean buenas para ti.




jueves, 18 de abril de 2024

Oscuridad

Creo que nos quedamos ciegos, creo que estamos ciegos, 

ciegos que ven, ciegos que, viendo, no ven

José Saramago

Ensayo sobre la Ceguera

Me encontré,

sin pensarlo,

con una inesperada oscuridad,

que me confundió de pronto,

y mis ojos,

no pudieron transmitir

el camino a seguir.


La luz podría representar saber,

conocimiento, energía

y a la vez podría causar ceguera,

sequía, sobrecalentamiento,

fuego que calienta y fuego que quema. 


La oscuridad, puede ser entendida

como tinieblas, temor, miedo,

desconocimiento, castigo. O,

reflexión, paz, descubrimiento,

oportunidad.

Oscuridad que atemoriza, oscuridad que llama.


Al final, esas palabras,

esas realidades no son buenas o malas.

A esas realidades

las acompañan unas circunstancias

que les dan el matiz, el color y el sabor

de amargo, triste, dulce o alegre.


Más allá de ello,

lo que me preocupa de verdad,

es una especie de ceguera

que nada tiene tiene que ver con los ojos.


Es una ceguera que afecta

al corazón, al cerebro…

al ser humano en su esencia.


Una ceguera consciente para unos,

y para otros: imperceptible.

Una ceguera que ilumina con daño,

o que es tan intensamente oscura,

que nos impide razonar, preguntar, 

interpelar, cuestionar, pensar,

reflexionar, analizar, opinar

y actuar de forma tal

que nuestras acciones y hechos,

-errados o no-

sean resultado de esa ceguera,

y no de un ejercicio, de un despertar,

de un ponerse a pensar,

de un tomar conciencia,

y de un actuar consciente.




jueves, 11 de abril de 2024

(des) integración

Ya tenemos la independencia, General, ahora díganos que hacemos con ella

“El General en su Laberinto”

Gabriel García Márquez

Somos una suerte de antónimos,

de las etiquetas que nos “ponen”,

cada vez que la clase envuelta en la política,

busca los aplausos, apoyos y los votos.


La supuesta democracia,

es una suerte de remiendo y mezcla

de nacionalismos, populismos, 

manipulaciones y ausencia

de liderazgos éticos de gobierno.

Llegando a justificar

la existencia de la democracia,

con procesos electorales,

que nada tienen que ver

con la real existencia 

de partidos políticos,

escuelas de política y gobierno

y la formación de líderes para gobernar.


Las libertades se promueven

y con la misma velocidad

se sancionan convirtiéndolas en delitos,

en atentados a los modelos dictatoriales 

de gobiernos populistas.


La independencia al final,

hizo que el poder cambie de manos,

las manos cambiaron de dueños,

los dueños cambiaron

y ajustaron la estrategia,

y la estrategia incorporó 

el poder de las mafias a su haber.


La ética y las buenas costumbres,

son entendidas como 

la ley del más fuerte,

el divide y vencerás

y el difamar constantemente.

Se convierten las mentiras

en verdades irrefutables.

La política al final,

no tiene relación con la moral.


Todo ha sido posible,

todo: pobreza, miseria, hambre,

engaño, frustración, decrecimiento,

ausencia de oportunidades,

delincuencia, tráfico, mafias,

todo eso ha sido posible,

menos el unirnos, integrarnos

y trabajar juntos por ideales comunes,

traducidos en el bienestar de un continente,

que tiene tanto y tanto en común.


La política, la democracia,

el bien estar, la dignidad,

los valores que nos permiten

como seres humanos convivir en diversidad,

son demasiados serios,

como para entregar su cuidado

y representación a los politiqueros.


Tantos problemas por resolver,

tantos recursos, que juntos,

harían un verdadero cambio,

y aún estamos buscando la forma

de acabar con el otro,

insultar al otro, desmerecer al otro,

y fortalecer el espíritu de individualismo

que nos caracteriza.


La integración es necesaria, 

nos es necesaria,

cualquier agenda política,

no solamente debe tenerla en cuenta,

debe promoverla, practicarla y acrecentarla.





martes, 9 de abril de 2024

Sombra

Me queda una sombra,

que se pasea sola.

No es el reflejo de nada,

es el testimonio de una vida.


Me queda una sombra,

que es quien me acompaña.

No habla, no dice nada,

solamente se mueve y camina,

y mientras lo hace,

me recuerda la cadencia de un caminar.

lunes, 8 de abril de 2024

Como cien años (preludio)

La muerte y su ritual no descansan,

solo hacen una pausa,

para empezar otra vez.


Los ciclos, o se cumplen,

o se interrumpen,

dando paso 

a una especie de procesión,

de momentos y hechos,

que anteceden y acompañan el morir.


Pensé que el tiempo

haría las cosas más fáciles,

pero enterrar a tus muertos,

será siempre un momento,

que se llena de sufrimientos.


Guardas las cosas,

pensando en que la muerte,

no regrese tan pronto,

y tienes miedo de descubrir,

cuando será su próximo retorno,

mientras la gente entre cafés,

abrazos, lloros y lamentos,

recuerda que la vida

es tan efímera,

así dure como cien años.