El sí es un pedido de cambio,
un grito desesperado
de una sociedad golpeada
por corrupciones a diario.
El si es una esperanza,
de días mejores,
de pan en la mesa
de ayuda a los pobres
de jornadas de buena labranza.
El si es una promesa divina,
un anhelo que surge
por buscar una Patria
que a todos cobije,
que a todos proteja,
que a todos eduque..
El si es oportunidad colectiva,
un “borra y va de nuevo”,
con nuestros mejores deseos,
con nuestras buenas acciones.
El si es corresponsabilidad ciudadana,
de construcción colectiva,
de protección de derechos,
para forjar un mañana.
Un mañana incluyente,
para toda nuestra gente.
El si es un ¡ya basta!
a tanto falso profeta,
a tanto ladrón de cuello blanco,
a tanto politiquero barato.
El si es invitación abierta,
a la minga popular,
el que quiera trabajar,
que entre por la puerta.
El si no es victoria de algunos,
es el triunfo de todos,
que nadie intente ahora,
llevar el agua a los suyos.
El si no es oportunidad caduca
de intentar por artimañas
legislar a beneficio propio,
dejando de lado la Patria.
El si son plenos poderes,
pero no de ciento treinta,
plenos poderes de todos,
los de adentro y los de afuera.
Para reformar el Estado,
poner la casa en orden,
acabando de una vez
con el ejercicio mediocre
de los delegados al poder.
El si es oportunidad,
para bien o para mal,
somos ahora responsables,
del futuro de nuestra realidad.
Alejemos firmemente
el caos político y social,
iluminemos nuestro camino
con prudencia y humanidad.
El si requiere de nosotros
mujeres y hombres en libertad,
un voto consciente y responsable,
que acabe con toda inequidad.
Somos todos los que tenemos,
el poder sobre el futuro,
cambiando el presente podremos
tener Patria, de seguro,
¡en guardia dicen algunos!,
esta vez la oportunidad nos pide
acabar con todos los “cucos”.
El si es frescura,
lozana oportunidad segura,
de mirar con tranquilidad y amor
este suelo que nos cobija,
nuestro lindo Ecuador.
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