En el anti diálogo se quiebra aquella relación de "simpatía" entre sus polos, que caracteriza al diálogo. Por todo eso, el anti diálogo no comunica. Hace comunicados.
"La educación como práctica de la libertad" (1967)
Paulo Freire
En sociedades divididas,
en conflictos donde el sufrimiento
y la desesperación afecta
a la mayoría de ciudadanos,
los caminos de solución
pueden dirigir su atención
hacia la puertas de la imposición
o del diálogo y la conversación.
El conflicto será temido,
y hará mucho daño
cuando solamente se busque
el triunfo de la fuerza y la sin razón.
Cuando haya ganadores y perdedores,
sometidos y sometedores.
En tal caso,
la ganancia es a la vez pérdida,
porque la solución no resuelve
la verdadera razón del conflicto.
El conflicto, podría ser una oportunidad,
si provoca a su paso,
la necesidad de dialogar,
de conocer lo que pasa,
de buscar de buena fe,
el camino que impida
el dolor, el sufrimiento y la desesperación
de quienes se afectan con el conflicto.
Sea interpersonal o colectivo,
sea social o intercultural,
sea local o nacional,
sea nacional o internacional,
el camino del diálogo
permitirá siempre,
a las partes en conflicto
hacer un ejercicio de buena voluntad.
Dialogar requiere entonces
Una voluntad de permanente aprendizaje.
Donde sentarse a la mesa,
no sea interpretado como debilidad.
Donde sentarse a la mesa,
no sea a través de la amenaza y la violencia
donde sentarse a dialogar
nos invite a escuchar,
a conversar y conocer la realidad
y el por qué la forma de pensar
de quien se sienta en mi delante,
y, a partir de allí,
buscar opciones y acuerdos que permitan,
primero: evitar sufrimientos innecesarios
y segundo: acuerdos
que devuelvan el sentido común
a las partes en conflicto
y descubran
en la riqueza del intercambio sincero,
la herramienta perfecta
para construir sociedades,
no sin conflictos,
pero sí, sin violencia.
Debemos aprender a dialogar,
a conversar,
a recurrir al diálogo como herramienta
que nos permita construir
una sociedad plural.
Y no un diálogo
como agua para apagar incendios,
si no un diálogo para construir consensos.
Necesitamos dialogar como políticos,
como emprendedores, como vecinos,
como empresarios, como empleados,
como empleadores, como amigos,
como familiares y como desconocidos.
Caso contrario, el anti diálogo
y los comunicados,
serán la leña
con la que quemaremos
anhelos y deseos…
presentes y futuros: de todos.