Gente mucha, personas pocas
Diógenes El Cínico
La vida nos presenta
un sinnúmero de momentos,
retos, sucesos y oportunidades.
La vida nos entrega
entre sus días y noches,
minutos para pensar,
meditar y actuar.
Minutos para despertar,
caminar y descansar.
La vida se presenta,
con diversas caras,
colores, temperaturas e intensidades.
Esa vida,
compuesta de tanta gente,
que va y viene,
que nace, crece y muere,
o que nace, vegeta y muere,
o que nace, da lo mejor de si
y muere pensando que pudo hacerlo mejor,
o que nace, hace el mayor daño posible,
roba, mata, manipula, miente y roba
y muere, al final como todos.
Mucha gente,
por todos lados,
en todos los formatos.
Lo importante
es que esa gente
sea y se sienta persona,
que no sea un número más,
un cuerpo de alquiler,
una mente muerta,
una dignidad perdida,
una ilusión asesinada,
una voluntad manipulada,
una reflexión sin cuestionamientos,
un día a día sin merecimientos,
un dejar hacer y dejar pasar.
Siento que,
mientras haya más gente que personas,
los males de la vida,
seguirán y aumentarán.
Crecerán los populistas
y terroristas de la política,
vendiendo eternas mentiras.
Crecerán las mafias,
que contaminan y matan
la vida y las sociedades.
Con más gente
y menos personas,
seguiremos pensando
que este mundo no da más,
que nada sirve o vale
para cambiar una realidad
que nos hace daño.
Con más personas,
podremos apoyar a la gente,
en su ciego caminar,
hasta que al fin puedan
desatar, aquella venda que llevan en sus ojos,
sin haberlo sabido.