El verbo leer, como
el verbo amar y el verbo soñar,
no soporta “el modo
imperativo”
Jorge Luis Borges
Ayer viví
una noche
mágica,
en un
lugar especial
donde el
libro,
la lectura
y la vida,
se promovían
de par en
par.
Había a su
vez
una obra
de teatro,
un espacio
para contar,
cuentos de
niños
escritos
por niños.
Otro
espacio para escuchar,
las historias
y consejos
de los
abuelitos,
de los más
viejos,
que no por
ello
han dejado
de ser niños,
o de soñar,
o de vivir.
Un
cineasta contaba,
la historia…
su historia,
mientras
un cantautor,
con su charango
y su voz,
contaba y
cantaba,
historias
que dejan huella,
que dejan
una marca,
una
enseñanza,
un mensaje
que se graba,
en el
fondo del corazón,
en el
centro del alma.
Porque eso
buscan,
los que
intentan
construir
un mundo mejor,
unas
mejores condiciones de vida,
un rescate
de la dignidad,
un
restaurar la convivencia
en la
diversidad,
en la
tolerancia y en la paz.
Buscan
dejar huella,
como aquella
que dejaron otros,
cuando pasaron
por los días
de su vida,
por el
tiempo de su existencia.
Huellas de
amor,
huellas de
pasión,
huellas de
esperanza,
huellas de
vida.
Huellas
que reflejan dolor,
sufrimiento
y desazón,
que sirven
para valorar,
las
huellas diferentes,
las
huellas que valen la pena,
aquellas
que debemos apreciar,
porque nos
sirven para caminar
hacia el horizonte
soñado.
Huellas
que se dejan al andar,
como testimonio,
como
ejemplo.
Huellas
que verán
los que
vienen detrás,
y que
esperamos les sirvan
para caminar
su camino,
con menos
tropiezos.
Huellas del
maestro,
del guía,
del que
siembra en el corazón,
el gusto
por leer,
y el
placer por entender lo leído.
Huellas
que nos invitan a soñar,
con nuevos
tiempos
con nuevos
momentos,
con nuevos
escenarios,
con
esperanzas frescas,
con
fuerzas para caminar,
con
fuerzas para levantarnos
cuando
estemos caídos,
Con
fuerzas para amar,
a pesar los
desamores.
Que hayan
más espacios así,
para leer,
para soñar y cantar,
para
contarnos historias,
para
abrazarnos…
a pesar,
de ese
mundo que gira,
en medio
de desesperanzas,
en medio
de desvaríos,
en medio
de llantos,
en medio
de olvidos.