Señores del Tribunal, no estamos en carnaval
Asombro, histeria, vestiduras rotas,
palos, insultos y piedras,
es que la gente no entiende,
es que la mayoría no entendemos,
por qué ha caído tan mal,
la sentencia del Constitucional.
“La ley dice esto,
la Carta Magna dice lo otro”,
los jueces contitucionales,
tienen argumentos a raudales.
Lo cierto de todo esto,
es que una cosa es la Ley,
y otra diferente la Justicia.
Ya lo dice la razón,
no por leguleyadas,
vamos a ser injustos,
y causar daño por paladas.
Hay un pronunciamiento popular,
les disguste a quien le disguste,
si quieren los destituidos pelear
que sea en una lid electoral.
No me parece apropiado,
hacerle caso al amparo,
el circo, la fuga, los gritos,
afectan la imagen de todos,
como si ellos fueran santitos,
y quisieran quemarnos a todos.
En fin… no hay estado de derecho,
es verdad,
gran trabajo tiene el respecto
la Asamblea Popular.
No hay que admirarse
de nada,
esto es reflejo de todos
los que el poder ostentaron
por tandas
e hicieron siempre oídos sordos.
Han estado enseñados
a hacer lo que les da la gana,
no hay mal que dure cien años,
ni cuerpo que le de la cara.
Momento de cambio señores,
limpiemos de corredores y rincones,
el estiércol podrido y añejo
de aquellos llamados “los padres”.
Momento de cambio
¡al fin!
Habrá que andar persignados,
pues, de no ser así,
el poder nos puede dejar mareados.
No hagamos como los del Tribunal,
pensemos por el bien del país,
que aquellos que quieran el mal,
nos dejen y se vayan de aquí.
Que pena por la justicia,
que pena por el derecho,
hay quienes de mala gana,
han hecho de la balanza
un arma para estar al asecho.
Que no se crea jamás
que esto que tenemos
es justicia constitucional,
es en verdad una comparsa desvencijada
de una fiesta de carnaval.
Justicia constitucional
es en verdad,
aquella que antes de la ley
interpone siempre la razón de ser
de nuestra humanidad.
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