jueves, 12 de abril de 2007
Si o No
A dos días de la votación,
a dos días de un importante hecho,
las urnas deciden la suerte de nuestra nación,
a ver si ojala el Ecuador camina derecho.
Surgen al final de los días,
expertos y expertas que,
a nombre del pueblo,
hablan a manos abiertas.
“El pueblo está listo”,
“El pueblo es inteligente”,
“El pueblo lo uno…
el pueblo lo otro”.
Acusaciones van,
acusaciones vienen,
“te va a gobernar Chávez y Castro”
“te seguirán gobernando los de siempre”.
Unos y otros, los del sí y los del no,
mutuamente se acusan,
mutuamente reclaman
para sí, el servicio a la Patria.
Todo esto se da
bajo la impenetrable mirada,
bajo la mortal espada
de un Presidente Electoral
que ha sembrado el miedo
a quien se oponga a su Tribunal.
Actores secundarios del proceso
han sido los llamados “destituidos”,
aquellos que hoy “auto” sesionan
para no quedar en el olvido.
El Presidente y su gobierno,
de campaña permanente,
una tarima, un micrófono,
al fondo, de telón: el Pueblo.
“Quien no está con nosotros,
está en nuestra contra”,
lo dijo el Gobernador del Guayas,
dejándonos a todos perplejos.
En toda esta vorágine
de acusaciones, gritos y lloros,
de destituciones, de amenazas,
de burlas y sanciones,
un Estatuto Electoral
será votado para bien o para mal,
de eso no han discutido,
como si el futuro no existiera,
de eso no se han preocupado,
solamente de sus chequeras.
Entregaremos a una Asamblea Constituyente
todo el poder que tiene nuestra gente,
para que transforme el marco institucional
es decir para que cambie lo que está mal,
y elabore una nueva Constitución,
es decir que trabaje
con una mano en la razón
y otra, en el corazón.
Difícil encargo,
compleja responsabilidad,
si el Ecuador dice sí,
hay mucho en que trabajar.
Me queda la pena,
de ver un pueblo dividido,
de percibir en unos y otros
la sangre en los ojos
y en las manos los puños.
Me queda la angustia,
que provoca el estado excluyente,
que genera en ciudadanas
y ciudadanos de paz,
diferencias de nombres y propiedad.
Si o no, que la gente se pronuncie,
responsablemente por supuesto,
pero que ello no signifique restar,
que solamente sea suma,
por nuestro colectivo bienestar.
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