Nunca pierdas tu felicidad,
tu capacidad de amar.
Se que crecerás, que cambiarás,
en ciertas cosas…
pero jamás dejes de amar.
Recuérdame siempre,
con el mismo amor
con el que generaste en mi
desde el momento en que te vi,
cuando te tuve,
por primera vez entre mis manos.
¿Cómo serán tus años
en el futuro cercano?,
¿te amará alguien?,
¿amarás a ese alguien?.
No permitas
que tu corazón se rompa,
o que tus ganas y tu fuerzas,
se agoten o acorten.
Te quiero inquieto,
vivo, alegre, amoroso,
feliz y sonreído.
Te quiero… hasta el infinito.
1 comentario:
Juan Pablo es un regalo de la vida ciertamente, un ser que contagia alegría y reparte sonrisas. La vida lo moldeará como lo hace con todos, pero su gozo por la vida, la esencia de su ser predominará.
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