Muere un niño,
y muere otro.
Asaltan a uno,
secuestran a otros.
Roban casas,
asaltan bancos,
matan a seres humanos,
caminan tranquilos,
los delincuentes malditos.
Y en medio de todo,
las estadísticas oficiales,
dicen que no hay que alarmarse,
que todo es normal,
que no hay que quejarse,
si la delincuencia hoy,
está controlada.
Y en medio de todo,
me pregunto:
si esto es alguna broma pesada,
de alguien que se burla
de dolor ajeno,
de alguien,
de un insensato,
que rechaza la verdad,
e impone su mentira.
¿Deberá morir el hijo
de alguien del gobierno?,
para que reaccione
y de una buena vez ordene,
disponga y combata,
la ola delictiva…
espero que no,
ningún inocente,
ningún ser humano,
debe morir,
para que reaccione el gobierno.
Las fuerzas de seguridad,
deben servir para proteger,
no para protegerse,
deben servir para cuidar,
no para cuidarse,
deben servir para garantizar la paz,
y no para custodiar al gobernante incapaz.
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