Desgraciada debe ser la vida
y la existencia de aquellos,
que su tiempo lo dedican
a hablar mal de los demás.
Y su miseria no queda allí,
hacen lo posible
por desacreditar el esfuerzo de otros,
buscan un falso reconocimiento
y viven del rumor y la maledicencia.
No hay comentarios:
Publicar un comentario