miércoles, 26 de noviembre de 2008
Dudas...
Dudas,
son las que me quedan,
las que no me abandonan
y me recuerdan
que no hay luz
al final de ningún camino,
porque no hay caminos,
porque solo hay espejismos.
Se prometió
que si elegimos una Constituyente
ésta será la expresión pura
de la verdad y la justicia,
que sabrá traducir al papel
lo que el “pueblo” necesita,
que corregirá,
de una vez y por todas,
todas las injusticias
y errores que tenía
la vieja constitución,
que fue producto,
a decir de muchos,
“de la oligarquía maldita”.
Y entonces…
la nueva propuesta constitucional
ganó por amplia mayoría,
confiada en la promesa
de que el trabajo era impecable,
que teníamos,
para envidia del mundo,
uno de los mejores
textos constitucionales.
Y también…
decidieron quedarse
unos cuantos asambleistas,
para “ayudarnos” con la transición,
con la conformación de la nueva Patria,
la nueva justicia,
la nueva representación popular,
las nuevas instancias de control constitucional.
Pasan las horas,
los días y las semanas,
y en los despachos judiciales
se acumulan las aspiraciones,
las libertades, las esperanzas
y desesperanzas
de quienes buscan justicia,
y que no la encuentran
o la reciben,
porque a alguien se le ocurrió
unas fórmulas mágicas
que ahora no funcionan,
que no pueden funcionar
porque con una tómbola
no se eligen magistrados
guardianes del derecho
y las libertades ciudadanas.
En otros despachos esperan,
quienes son jueces aún,
y quisieran seguirlo siendo,
intentando trabajar
con la incertidumbre en el cuello.
Dudas,
son las que me quedan,
las que no me abandonan
y me recuerdan
que no hay luz
al final de ningún camino,
porque no hay caminos,
porque solo hay espejismos,
cuando veo que empresas
de ecuatorianos honestos
se van del país
buscando mejores tratamientos,
cuando las remesas no llegan,
cuando el precio del petróleo
se cae,
cuando creemos que aquí no pasa nada,
que la solución está en dejar de usar
una moneda internacional
y reemplazarla por otra
que podamos reproducir
sin ninguna responsabilidad,
cuando nos alejamos del mundo
y de socios importantes
que son hermanos también,
y cuando seguimos inundando
de propaganda sin fin
de lo bueno que es el gobierno
para nuestro país.
Dudas…
y pido disculpas por ellas,
pero no puedo contenerlas
no puedo ocultarlas,
no puedo cambiarlas,
aunque espero
que sean solo eso: dudas
y no verdades amargas.
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