Si le hiciera caso
a mi corazón inquieto,
dejaría todo
dejaría de estar despierto.
Si le hiciera caso,
a mi corazón descontento,
pocos serían los días
de mi vivir inquieto.
Si le hiciera caso,
a mi corazón añejo,
apreciaría poco
los momentos que a lo lejos
se posan de pronto
en el balcón
de mis lamentos.
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